La Diputación de Gipuzkoa no aprecia «ningún tipo de actuación irregular» en el proceso de quiebra de Porcelanas Bidasoa de Irun, según afirmó ayer el diputado foral Patxi González, ya que la operación se ciñe al «tipo normalizado de actuación» en los casos de quiebra o concursos de acreedores.

Durante su intervención ante las JJGG, González explicó que la quiebra de Porcelanas Bidasoa se tramitó en 2003, después de que la empresa declarara una deuda total de 25 millones de euros y de que su plan de viabilidad no fuera aceptado por la mayoría de sus acreedores.

En este contexto, las instituciones plantearon a los propietarios el abandono de la empresa y la entrada de un nuevo equipo gestor que presentó un nuevo plan de viabilidad, basado en la recalificación de los terrenos de la empresa y su reubicación en otro punto de Irun.

González aclaró que gracias a este plan, que ha permitido originar unos ingresos de 44 millones de euros, los acreedores han recuperado un 61,6% del dinero que se les adeudaba, tras acceder a una «quita» del 38,4%.

«Operación modelo»

Para González, toda la actuación se puede calificar como una «operación modelo», porque las instituciones han actuado buscando «criterios conjuntos» y en sintonía con los trabajadores.

Los distintos grupos de las JJGG se mostraron satisfechos con las explicaciones de González, aunque han pedido tiempo para analizar con detalle la información suministrada.