La Yihad Islámica en Yemen, grupo que asumió el doble ataque contra la embajada de EEUU en la capital yemení, Sanaa, que causó diecisiete muertos pidió ayer, en un comunicado firmado por su líder, Abú al Ghaith al Yamani, el cierre de las legaciones estadounidense y británica.

En la nota, cuya autenticidad no ha podido ser confirmada, la Yihad Islámica en Yemen asegura que pertenece a la red Al Qaeda y prometió que perpetrará nuevos atentados, también en otras partes del Golfo Pérsico. «Nosotros, la Yihad Islámica, perteneciente a la organización Al Qaeda, reiteramos nuestra exigencia a (el presidente yemení) Alí Abdulá Salé para que libere rápidamente a nuestros hermanos en un plazo de 48 horas», añadió.

La organización amenazó en su comunicado con «atacar intereses occidentales y las embajadas británica, saudí y de los Emiratos Árabes Unidos», así como con «asesinar a altos responsables del Estado», citando expresamente a Issam Douid, asesor del presidente Salehy, y solicitó el cierre «inmediato» de las legaciones de EEUU y Gran Bretaña en Yemen.

En relación al atentado del miércoles, las autoridades yemeníes informaron de la detención de 30 personas sospechosas de pertenecer a la red terrorista Al Qaeda.

El viceprimer ministro yamení encargado de Defensa y Seguridad, Rachad Mohammad al-Alimi, reiteró que Yemen seguirá siendo un «socio de la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo». Su homólogo de Asuntos Exteriores, Abu Bakr al-Kourbi, afirmó que su país necesita «asistencia internacional» para llevar adelante esa lucha