Una persona decía que Badiola tiene un serio problema que se agudiza con la euforia que le produce sentirse fuerte por los buenos resultados. Si alguien piensa que con ellos este club tendrá la calma y unidad necesaria para que se sigan obteniendo ha bastado una semana para descartarlo. El lunes Gobierno y oposición dejaron clara la postura de la Diputación ante las presiones de Badiola para perdonar el 100% de la deuda y mantener unas ayudas que el pasado año ascendieron a dos millones por una publicidad invisible y 850.000 euros por un convenio de fútbol base que incumple. Y no sólo al no destinar a los clubes el dinero que les corresponde y que la Real ha cobrado y no ha repartido. Por si fuera poco, Badiola alimenta una guerra entre los clubes guipuzcoanos y contra la Diputación.

El martes adjudica un dorsal a Mikel Alonso y Stevanovic, a los que se echa a los leones filtrando sus supuestas fichas, cuando se pensaba que no habían sido inscritos en la LFP. Y el jueves se lee que el Comité denuncia que Antoñana faltó a la verdad al decir que estaban informados del ERE como lo hizo doblemente al decir que Badiola ha puesto 3,3 millones sin contraprestaciones. De eso ya informaremos...

Y el jueves se conoce que la Real pierde en los Juzgados el juicio con Larrañaga y el viernes que el famoso leaseback de la tienda de Txurruka no es lo bueno que vendió Badiola al comprometer al club a pagar al año 180.000 euros de alquiler, cuando lo mejor era llevar la tienda a Anoeta.

Pero lo más vergonzoso para este club es lo del miércoles, cuando queda en evidencia el problema de Badiola y toda la Real. En pleno ataque de delirio eufórico convierte en noticia principal en la web una convocatoria a periodistas y medios encabezada irónicamente por un seudónimo utilizado en el DV y en la que se veta a este periodista porque no le gusta que se informe y queden en evidencia sus continuos engaños y mentiras. GARA, que seguirá cubriendo con el periodista que estime oportuno las convocatorias serias realizadas a través del sistema habitual -SMS a móviles de todos los medios-, no acudirá a una convocatoria en la que se vete a uno de sus periodistas. Y sería bueno que nadie acudiera para que Badiola se ría solo con su te chino y su ocurrencia de invitar a Joseba Urgull... Sería la mejor forma de hacerle ver que la Real no es un juguete para su diversión.

Y es la mejor forma de hacerle ver su debilidad. Badiola se siente fuerte pese a que los propios protagonistas le quitan cualquier mérito. Porque no pagar y mentir a los jugadores no es algo que sirva para sentirse responsable de lo que éstos hagan. Desde dentro se trasmite que ningún jugador ha llegado por responsabilidad suya, que los que él ha querido traer no están, y que los resultados lejos de reforzarle pueden animar a que alguien entre para sustituirle. Badiola no tiene responsabilidad en los éxitos deportivos, todas sus apuestas que han dilapidado el poco dinero que tenía la Real están fuera del club o de suplente del suplente de Balentziaga en el Sanse. Y sí es responsable de la pésima gestión económica y del caos en el que vive el club desde el 3 de enero. Todos los que conocen la Real saben que no está capacitado ni para presidirla ni para desarrollar cualquier plan de viabilidad y que no puede sentirse fuerte.