La llegada el jueves y por primera vez en la historia a Japón de un portaaviones estadounidense de propulsión nuclear, el USS George Washington, ha suscitado duras críticas de los colectivos pacifistas y antinucleares.

El portaaviones, que dispone de dos reactores nucleares y 70 aviones a bordo, reemplazará al portaaviones a propulsión diésel USS Kitty Hawk, que lleva años recalado en Japón.

El nuevo navío de guerra llegará a Yokosuka, en la parte sur de la megalópolis de Tokio, la mayor conurbación del mundo con alrededor de 35 millones de habitantes.

El nerviosismo de los japoneses se acrecienta por el hecho de que el USS George Washington sufrió recientemente un accidente que retrasó su llegada a puerto nipón.