Israel reconoce que no sabe qué hacer ante ataques palestinos desde vehículos contra peatones en la ocupada Jerusalén como el que acaeció el lunes por la noche y que se saldó con la muerte del conductor y 13 persnas heridas.

Dos ataques anteriores cometidos por palestinos en sendas excavadoras en julio pasado acabaron con la muerte de cinco personas -incluidos los dos conductores} y 60 heridas.

La prensa se hace eco de esta perplejidad y temor. «No se puede hacer nada a nivel de prevención o disuasión y los servicios de seguridad no tienen ninguna solución», señalaba «Yediot Aharonot», el más vendido en Israel.

El diario liberal «Haaretz» recordaba ayer una declaración del primer ministro saliente, Ehud Olmert, tras un ataque similar precedente, cuando afirmó que «todos los que defienden que la ocupación de Jerusalén Oriental debe continuar tendrán que esperar otros ataques de este tipo».

Destruir su casa

El jefe de la Policía de Jerusalén, Aharon Franco, anunció que ha desplegado refuerzos para proteger a la riada de visitantes de los próximos días con motivo del nuevo año judío y de Sukkot, la fiesta de los Tabernáculos. Pero recordó que «no podemos poner un policía en cada esquina». El ministro de Defensa, el laborista Ehud Barack, insiste en su propuesta de destruir la vivienda del autor del ataque.

La destrucción sistemática de casas de autores de atentados fue utilizada por Israel tras el inicio en 2000 de la segunda Intifada, pero fue abandonada cinco años más tarde después de que el Estado Mayor israelí reconociera el nulo efecto disuasorio de este castigo.

El padre de Qassem al-Mughrabi, joven palestino abatido por la Policía tras lanzar el vehículo que conducía contra un grupo de soldados frente a las murallas de la Ciudad Vieja y junto a la puerta de Jaffa, señaló que «fue un simple accidente pero será imposible conocer la verdad porque la Policía mató a mi hijo». «Mi hijo era lo que más quería. ¿Que van a destruir mi casa? Me es indiferente. Podría comprar otras cien», añadió enloquecido.

La Policía israelí señaló que, según los primeros indicios, el atacante actuó despechado por la negativa de su prima a contraer matrimonio con él.