Rusia anunció que aspira a mantener su flota del Mar Negro en la península ucraniana de Crimea más allá de 2017, fecha en la que vence el contrato de arrendamiento. Para ello realizará nuevas proposiciones para intentar convencer al Gobierno de Kiev de que acepte, declaró el ministro ruso de Exteriores, Anatoli Serdiukov.

«Deseamos que la flota del Mar Negro siga en Sebastopol (Crimea) más allá de 2017 tras un acuerdo con Ucrania», anunció Serdiukov, para añadir que «para ello, vamos a hacer una serie de propuestas ventajosas para ambas partes».

El actual presidente ucranio, el pro-occidental Viktor Yushenko, defiende la retirada de la concesión de la base en plena crisis georgiana.

Yushenko se ha quedado solo tras la ruptura de la coalición pro-occidental con la primera ministra, Julia Timoshenko, que ha mantenido un perfil muy bajo en esta crisis.

Abjasia

El Gobierno abjaso anunció que tropas rusas se estacionarán de forma permanente en tres bases de su territorio, incluidas las estratégicas Gargantas de Kodori, recientemente arrebatadas al Gobierno de Tbilissi. Las otras dos bases rusas estarán situadas en dos puertos del Mar Negro, en Gudauta y Otchamtchira.

Por otro lado, Georgia aseguró haber abatido un aparato-espía ruso que sobrevolaba su oleoducto Baku-Supsa el pasado lunes. Tbilissi aseguró que sus restos habrían caido en la zona adyacente a Osetia del Sur ocupada por el Ejército ruso tras su contraofensiva.

El Kremlin desmintió esta información, «una nueva provocación mediática para desestabilizar la situación».