La Fed y el Gobierno de EEUU urgen al Congreso a aprobar su plan
La crisis de los mercados «amenaza a toda la economía de EEUU», afirmó ayer el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, quien, junto al presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, urgió al Congreso a aprobar rápidamente el paquete de rescate financiero, alertando sobre graves consecuencias. Sin embargo, los senadores mantuvieron sus reticiencias por la falta de control sobre las medidas.
GARA |
El secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, compareció ante el Comité de la Banca del Senado, junto con el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, y el presidente de la Comisión de Valores, Christopher Cox, para explicar la propuesta de la Administración del presidente George W. Bush, que busca para Paulson atribuciones extraordinarias en el manejo de la economía.
«Tenemos que actuar rápidamente para estabilizar nuestro sistema financiero para evitar que continúen los derrumbes de instituciones financieras y que se congelen los mercados de crédito, poniendo en peligro la salud misma de nuestra economía», afirmó Paulson.
El secretario del Tesoro recordó que la Administración Bush ya ha interevnido para salvar algunas instituciones financieras e hipotecarias pero agregó que «se necesita más». El programa prevé gastar 700.000 millones de dólares de dinero público para la adquisición de deudas de baja calidad en manos de entidades financieras que no pueden venderlas.
«Este programa de alivio de activos con problemas debe diseñarse para una aplicación inmediata y debe ser suficientemente grande como para que tenga un impacto máximo», añadió Paulson, ex consejero delegado de la financiera Goldman Sachs, quien agregó que bancos extranjeros que operan en EEUU podrán beneficiarse del plan.
Por su parte, Bernanke reconoció que la crisis actual tiene sus raíces en la bonanza inflacionaria del mercado inmobiliario cuatro o cinco años atrás y justificó la intervinieron pública para salvar a las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac y a la aseguradora American International Group (AIG) pero no a la financiera Lehman Brothers porque «la asistencia del gobierno debe darse sólo cuando la estabilidad del sistema financiero y, en consecuencia, la salud de la economía estén en peligro».
Según Bernanke, a pesar de esta actuación, «los mercados financieros globales siguen bajo enormes presiones» y «se necesita con urgencia la acción del Congreso para estabilizar la situación» e impedir graves consecuencias.
«Si los mercados de crédito no funcionan, se perderán puestos de trabajo, las tasas de interés subirán, habrá más ejecuciones de hipotecas, el PIB se contraerá», afirmó Bernanke.
Pese a esa descripción tan lúgubre, los senadores demócratas y republicanos se mostraron incómodos con la idea de respaldar un plan diseñado a toda prisa que daría a Paulson poderes extraordinarios para intervenir en los mercados.
Seguros de deuda sin control
Paulson aseguró que el Gobierno intervendrá rápidamente en los mercados con la compra de valores garantizados por hipotecas una vez que el Congreso apruebe las medidas de rescate , con una compra de títulos por una cantidad de dinero «pequeña» y reconoció que «va a haber cierta experimentación». Cox, quien encabeza la SEC, el organismo encargado de regular el mercado de valores, pidió al Congreso que regule el mercado de seguros de deuda (CDS), que se usan como protección en la eventualidad de que un prestatario no pague su deuda y también para especular con la calidad del crédito de un prestatario. Aseguró que este mercado de seguros que mueve unos 58.000 millones de dólares «está completamente sin regulación»
Por otro lado, el Parlamento Europeo exigió ayer una regulación comunitaria de los «hedge funds» y de los fondos de capital riesgo, así como nuevas medidas para aumentar la transparencia en los mercados.
Senadores demócratas y republicanos recibieron el plan del Gobierno entre la duda y el rechazo. «No es aceptable. Lo que nos han propuesto no va a funcionar», aseguró el presidente de la comisión de Banca, el demócrata Chris Dodd.
Nadie sabe el valor que pueden tener los «activos tóxicos» para los que los bancos no encuentran mercado. El plan del Gobierno contempla llevar a cabo subastas para adquirirlos, las cuales marcarán un precio para esos títulos.
El Congreso estadounidense aprobará a finales de esta semana un paquete de ayudas al sector del automóvil por valor de 25.000 millones de dólares, según el rotativo «The Detroit News». El paquete financiero permitirá que las compañías se ahorren en intereses al menos 100 millones de dólares por cada 1.000 millones que pidan prestados, lo que rebajará los costes de la profunda reestructuración en la que están sumidos.
La crisis del sector del automóvil sigue golpeando también en el Estado español. La caída de la producción automovilística en agosto llegó a ser del 49,4%, lo que ha obligado a los fabricantes a revisar su pronóstico de cierre del ejercicio, con un incremento de la reducción del 2% al 5,5%. Según la Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la coyuntura actual del mercado español le ha llevado también a elevar la caída de ventas al cierre del ejercicio del 20% al 25%.
El mes vacacional amortigua bastante el efecto sobre el registro del acumulado anual. De este modo, en el periodo enero-agosto, la producción automovilística cayó un 3,6% respecto a 2007 y la fabricación de turismos, arrojó una caída del 4,3%.
