GARA > Idatzia > Kultura > Zinema

Benoît Delépine y Gustave Kervern proponen matar al jefe y morir de risa

La hilarante comedia negra francófona «Louise Michel» muestra las peripecias de un grupo de obreras que proyectan asesinar a un jefe especulador que las ha explotado primero y abandonado después, en una crítica al actual sistema económico capitalista.

p044_f01_97x156.jpg

A. BILBAO | DONOSTIA

El tercer largometraje de Benoît Delépine y Gustave Kervern realiza un homenaje a Louise Michelle, heroína feminista de La Comuna de París, a través de la loca pretensión de un grupo de obreras desbordadas por su precaria situación económica que, tras ser engañadas por un patrón que huye y relocaliza la empresa, deciden juntar sus miserables indemnizaciones para reunir así dinero suficiente y contratar a un asesino a sueldo que elimine al «tirano».

Así comienza una entretenida y fresca comedia de humor negro, realizado por un dúo conocido en su país por sus trabajos y sketches para televisión. Tras estrenar ayer la cinta en la Sección Oficial de Zinemaldia, ambos se presentaron a la rueda de prensa con un jamón bajo el brazo, en una sesión divertida en la que se lo regalaron al periodista que formuló la pregunta «más inteligente y oportuna». Delépine y Kervern expresaron su satisfacción por acudir a la Sección Oficial del certamen donostiarra, porque en general, «aunque tenga un trasfondo» no se acostumbra a seleccionar comedias, quizás porque «la risa da miedo a los festivales». Autocalificados como «piratas», declararon querer mostrar el mismo mensaje en todas sus películas: «No dejar que nos manipulen y buscar la solidaridad para superar el sentirse desbordados en situaciones extremas». Para ello tratan de «captar la gracia de los personajes, a través de la magia de la naturaleza de los actores elegidos» y, de esa manera, plasmanla verdad de los seres humanos.

Hacen películas como si fueran «Don Quijote» y, una vez elegidos, no acostumbran a realizar pruebas con los actores y ruedan bastante rápido, «en una forma loca de trabajar que, hasta ahora, ha funcionado». Así, han conseguido rodar «Louise Michel» en dos meses, con un moderado presupuesto final de un millón y medio de euros. Los rodajes son así, en opinión de ambos, «extraordinarios, con los mejores momentos de agudeza de nuestras vidas», tratando de buscar «ideas nuevas».

En una apuesta por «los nuevos talentos», todas las obreras que aparecen en la película lo eran en la vida real. Incluso algunas de ellas habían sido despedidas de la fábrica en la que grabaron. El papel protagonista, por el contrario, está reservado para Bouli Lanners (Michel) «el implacable asesino» y, muy especialmente, para Yolande Moreau (Louise), «la más loca de las despedidas».

Sabios o iluminados

«Los que conocen a la sociedad son sabios; los que se conocen a sí mismos, iluminados», les conminó a elegir un periodista (a punto estuvieron de retirar el jamón regalado al anterior para entregárselo a este último). «Desequilibrados» prefirieron calificarse ellos mismos, que dijeron «no conocerse muy bien a sí mismos». De «Louise Michel», que trata de reflexionar sobre la sociedad, reconocieron que «está mejor escrita que las películas anteriores» y es, por lo tanto, «más comprensible», o si se prefiere, «comercial», porque en ella tratan de acercase más aún al público.

Al abordar la temática anticapitalista de la cinta, más serios, se mostraron preocupados porque «nos dirigimos tranquilamente hacia el caos y a nadie le importa», para concluir rotundos con que «la vida cotidiana va a descarrilar». Hablamos, claro está, de la economía, a cuyo poder nadie se atreve hoy a atacar, sean periodistas o jueces: «Lo que nos subleva», dijeron.

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo