Los astronautas chinos Zhai Zhigang, Liu Boming y Jing Haipeng regresaron ayer del espacio después de casi tres días. La misión a bordo del Shenzhou VII ha dejado para la historia la imagen del primer ciudadano chino en pasear por el cosmos.

El módulo de regreso cayó suavemente, con la ayuda de un paracaídas, en una zona de praderas de Mongolia hacia las 17.30 hora local. Después, un equipo de rescate compuesto por 300 personas fue al encuentro de los «caballos voladores», nombre con el que son apodados los tres taikonautas por haber nacido en el Año del Caballo de 1966, según el calendario chino.

«Es un hito»

La compuerta del pequeño módulo tardó unos diez minutos en abrirse. Tuvieron que pasar cuarenta minutos para que salieran los tres, ya que debían pasar un periodo de readaptación a la atmósfera y la gravedad.

Afuera les esperaban las cámaras de la televisión estatal, que el sábado ofreció en directo el histórico paseo. Mareados y tambaleando, pero sonrientes, los tres se sentaron en unas sillas plegables, recibieron sendos ramos de flores como regalo y posaron unos minutos ante los medios, antes de ser trasladados a un hospital de Hohhot.

«Es un hito», resumió con orgullo el primer ministro chino, Wen Jiabao. Subrayó que China continuará explorando el espacio con «fines pacíficos». El país prepara ya su cuarta misión tripulada, que se lanzará hacia 2010.