ALICANTE 3

EIBAR 1

Segunda derrota de la temporada y tercera semana consecutiva sin poder celebrar la victoria. El Eibar pierde gas y además ayer sufrió, probablemente, su tropiezo más doloroso.

Por el fondo -a fin de cuentas, los puntos prevalecen por encima de cualquier otra cosa-, pero también por la forma. No en vano los azulgranas pasaron de liderar momentáneamente la clasificación, tras haber hecho lo más difícil, adelantarse en el marcador, a tener que tragarse más de 800 kilómetros de carretera con el sabor amargo de una derrota sobre la que tuvieron tanta responsabilidad como su rival. Dos errores defensivos, cuando marchaba con ventaja en el marcador y parecía tener el partido controlado, condenaron al Eibar. Dos errores, el acierto de un exazulgrana, Jorge Azkoitia, al que los años no han restado olfato goleador; y quién sabe si también la miopía del trío arbitral que, en opinión de los armeros, erró en dos de los tres goles locales.

Los eibarreses se habían plantado en el Rico Pérez con un once claramante orientado a buscar la victoria. Tal y como había anunciado, Carlos Pouso repitió la defensa que había «secado» al Celta una semana antes. También mantuvo en el equipo a Larrazabal, Lombraña y Cases, a los que se unieron Sutil, Carlos Rubén y Tokero. Un planteamiento que dio resultado de inicio porque el Eibar fue muy superior a su rival en un primer tiempo en el que el Alicante sólo se acercó a la portería de Zigor en la media docena de córners que botó en su brioso arranque de partido.

Después le tocó bailar al ritmo de un Eibar que, tras un par de avisos, acabó adelantándose en el marcador en el minuto 22. Carlos Rubén puso en juego un saque de esquina, Sutil taconeó y el rechace en corto de Unanua lo aprovechó Urzelai para anotar el 0-1.

Presionado por su mala situación clasificatoria, con el marcador en contra y el Eibar gustándose, el Alicante se resignó a sufrir. Lamentablemente, en menos de un cuarto de hora, cambió la perspectiva. El que necesitó Jorge Azkoitia para firmar el empate. Fue el primer error del Eibar, que le dejó solo ante el centro de Capi; pero también del árbitro, que no vio la mano -clara según los azulgranas- con la que controló el balón el vizcaino.

El equipo armero quiso convertir el mazazo en un simple obstáculo y siguió buscando la portería de Unanua hasta el descanso e incluso en los primeros compases de la reanudación en la que, sin embargo, acabó por diluirse. Sobre todo a raíz de la acción que acabó por decidir el encuentro.

La clave

Llegaba a poco más de veinte minutos para el final y los deméritos visitantes volvieron a tener tanto que ver como el acierto local. En un lanzamiento de falta lejano, el Eibar quiso forzar el fuera de juego pero no le salió -o el linier, según la versión, no acertó a verlo-, lo que dejó a cinco jugadores alicantinos ante Zigor que, lógicamente, no pudo hacer nada para evitar el tanto de Germán.

Lo peor fue que, pese a tener tiempo por delante, el gol dejó a los azulgranas fuera del partido. Esta vez fue al cuadro local al que le tocó torear y a su rival dejarse hacer, en una recta final en la que sólo hubo un equipo sobre el campo. Que el Alicante sentenciara su primer triunfo de la temporada era sólo cuestión de tiempo. Acabó llegando a diez minutos del final, de nuevo a cargo de Jorge Azkoitia, que remataba un saque de esquina para apuntillar a su exequipo.