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Pésima imagen de los rojillos en Soria

Huérfanos de gol y bajón de juego

Los de Ziganda firmaron su peor partido en lo que se lleva de temporada. Sólo en el último cuarto de hora consiguieron zafarse de la presión numantina y trenzar alguna que otra jugada de consideración. Ello no evitó que sigan siendo ineficaces ante la portería rival.

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NUMANCIA 0

OSASUNA 0

Natxo MATXIN | IRUÑEA

Excepto aquellos técnicos que, por ganarse el sueldo que les pagan, se vean obligados a tragarse de nuevo el partido que enfrentó a Numancia y Osasuna, es poco probable que nadie haga un hueco en su videoteca para albergar el ladrillo que protagonizaron sorianos y navarros.

Los de Ziganda siguen abonados al empate -repiten otro pobrísimo 0-0 de manera consecutiva-, continúan sin conocer la victoria y, lo que es peor, ofrecieron la peor imagen en lo que se lleva de temporada, con un juego paupérrimo y una primera mitad en la que faltó actitud y acoplamiento a las circunstancias en las que se desarrolló el encuentro.

El Numancia supo arrimar el ascua a su sardina y, excepto los primeros compases del choque, en los que pareció que Osasuna quería llevar la batuta, fue haciéndose con los mandos de la nave, eso sí, con escasa mordiente sobre la meta de Ricardo. La defensa rojilla volvió a mostrarse como la mejor línea en lo que se lleva de campeonato.

El técnico de Larraintzar ha venido excusando la ausencia de gol con el buen fútbol que ha venido destilando la escuadra navarra hasta ahora, pero ayer en Soria ni siquiera se pudo recurrir a dicho argumento. Los suyos no lo hicieron nada bien y ante cualquier otro enemigo de mayor calidad seguramente se hubieran vuelto de vacío.

Curiosamente, fueron dos defensas los que más cerca estuvieron de destronar al rey del empate de tan dudoso título. A los gemelos Flaño les faltó una pizca de suerte o de decisión, según se mire, en las dos jugadas en las que casi se consiguió el tercer gol liguero.

Seguramente sin quererlo, de los pies de Javier surgió un centro chut en el minuto 25 que no se coló en la portería de un desbordado Juan Pablo porque el cuero lo repelió la cruceta. Miguel, por su parte, seguro que habrá soñado esta pasada noche con el balón que, a falta de ocho minutos para el final, se paseó por delante de él en la línea de gol numantina. «Tenía que haber llegado, pero el bote me sorprendió. La siguiente entrará», se consoló el de Noain a su salida de vestuarios.

Esas dos ocasiones y los remates que intentó Dady -alguno muy complicado- fueron de lo más reseñable del envite por parte rojilla. Al caboverdiano no le llegaron muchos balones, pero en cuanto tuvo oportunidad buscó la meta del cancerbero leonés y sólo el que Sergio Boris le obstaculizara lo justo en su remate de cabeza en el minuto 62 evitó que perforara las redes en su remate de cabeza.

Empate justo

Es cierto que Osasuna llevó más peligro cuando se acercó al área rival -que no frescura para materializar estos lances-, aunque no hubiera sido justo que se adelantara en el marcador, a tenor de los merecimientos de ambas escuadras. De hecho, los de Cuco Ziganda deambularon durante los primeros cuarenta y cinco minutos por un terreno de juego al que no terminaron de aclimatarse.

El Numancia se adueñó de la medular, llevó la iniciativa por encima de la dupla Nekounam-Vadocz -el húngaro estuvo desaparecido en combate- y tiró de jugadas ensayadas para tratar de sorprender con la estrategia, aunque sin pegada alguna.

Sólo cuando los pulmones comenzaron a notar la falta de aire -era el tercer partido en siete días- se dejó sentir la mayor frescura física de los navarros. No en vano, coincidiendo con la entrada de Delporte, los rojillos vivieron sus mejores momentos en el último cuarto de hora, periodo en el que la asfixiante presión de los anfitriones bajó el pistón y permitió que aflorara la mayor calidad visitante. Como ejemplo, la contra que en el 87 inició Plasil, continuó Font y a punto estuvo de remachar Dady en un tiro que le costó lo suyo rechazar a Juan Pablo.

Tras este nuevo empate a cero, la ansiedad por cosechar el primer triple se vuelve más acuciante y quien debe pagar los platos rotos este próximo domingo ha de ser el Racing, otro conjunto en horas bajas.

Ocho minutos de retraso en el inicio del partido

El partido comenzó con ocho minutos de retraso debido al estricto control que se tuvo con los aficionados rojillos a la hora de entrar al estadio. Al menos, se tuvo el detalle de esperar a que se ubicaran en las gradas antes de dar inicio al choque.

Ziganda: «Ha sido nuestro peor partido, nos han faltado muchas cosas»

No tuvo reparos José Ángel Ziganda en reconocer que el encuentro disputado en Los Pajaritos fue «el peor que hemos jugado hasta ahora». El bajón de juego fue palpable durante la mayor parte del encuentro, de ahí que el técnico rojillo no obviara que «nos han faltado muchas cosas por hacer».

«No hemos encontrado huecos ni le hemos dado velocidad a nuestro juego. El Numancia sabe muy bien a lo que juega y se juntan muy bien en su campo. Ellos han estado mucho más metidos en el primer tiempo», añadió el preparador navarro.

Sin embargo, el de Larraintzar vio un cambio en su equipo tras el descanso. «En el segundo tiempo por lo menos hemos igualado el encuentro en cuanto a garra y lucha. Dispusimos de un par de ocasiones, todos los días está rondando el gol, pero no debemos desesperar porque seguro que algún día cambia la racha», comentó.

En cualquier caso, el Cuco prefirió quedarse con uno de los pocos aspectos positivos que se pueden extraer de lo visto en un soporífero encuentro. «Aun jugando mal, al equipo le cuesta encajar un gol, por lo que debemos insistir en lo bueno y corregir lo malo», apostilló.

César Azpilicueta, que debutaba en el primer equipo ocupando el lateral izquierdo, coincidió con su míster en que «nos ha costado entrar en el partido ante un Numancia muy incómodo, que apretaba mucho. La verdad es que no nos hemos sabido adaptar al campo y al rival». GARA

El juvenil golea a domicilio al Peña Balsamaiso

El juvenil de División de Honor goleó a domicilio (0-7) al Peña Balsamaiso, mientras que el equipo de Liga Nacional hizo lo propio ante el Iruña (2-4). Por su parte, los cadetes se impusieron ante la Peña Sport (4-1) y la Mutilvera (0-3).

El domingo, contra otro que no sabe ganar

El próximo domingo, Osasuna se medirá contra otro de los equipos que todavía no conoce la victoria: El Racing. Los rojillos revivirán con los cántabros un partido que, aunque no tenga la trascendencia de la pasada campaña, también tiene su miga.

Los rojillos se instalan decimocuartos

Los osasunistas prosiguen en los puestos inmediatamente siguientes a la mitad de la tabla. Tras el empate en Soria, quedan ubicados en la decimocuarta posición, empatados a cuatro puntos con el Numancia, Recreativo de Huelva y Málaga.

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