No ha habido explicaciones, así que la Diputación rescindirá el convenio del fútbol base que mantenía la Real. Así lo anunció al menos el diputado foral de Deportes Iñaki Galdos la pasada semana, cuando instó a la directiva realista a demostrar antes del uno de octubre que había cumplido con sus obligaciones. Es decir, a explicar qué ha sucedido con los casi 700.000 euros que debía haber ingresado al resto de clubes guipuzcoanos, después de que el ente foral ya hubiese cumplido con su parte el pasado mes de febrero.

Lo cierto es que el plazo ha expirado y no hay explicaciones. Al menos no las que se pedían desde Diputación. Sí hay un intento de justificación por parte de Iñaki Badiola quien, en su famoso té chino del pasado lunes, aseguraba que cuando el club se disponía a abonar la segunda parte del dinero correspondiente al convenio, se encontró con «gastos imprevistos, como los 500.000 euros al Elgoibar por el caso Zubiaurre». Lo cierto es que en el Elgoibar, según confirmaba ayer su presidente José Luis Insausti, no han visto un solo euro por ese concepto. «Como la mayoría de los clubes, sólo hemos cobrado el primer plazo del convenio. Nada más, ni del convenio, ni del porcentaje por el traspaso de Zubiaurre», aseguró Insausti que, como gran parte de los clubes en su situación, se ha presentado al concurso de acreedores.

Y es que ésa es la única salida que les queda, como aseguró el propio Badiola, si quieren percibir al menos parte de un dinero que es suyo. «Como cualquier acreedor, tendrán que esperar la decisión del juez del valor de la quita», aseguró el presidente txuriurdin que, además, considera injustificada la postura de la Diputación.

La Federación

En este sentido fue Antoñana Moraza el que criticó el ultimátum realizado desde el ente foral, asegurando que «la cuestión es dar de comer a determinados clubes, para poner de manifiesto que la Real lo hace mal y beneficiar así a una candidatura».

Y es que, paralelamente a la crítica situación del club, la lucha por el poder en el fútbol guipuzcoano también tiene muy ocupada a la directiva donostiarra, alineada con el actual presidente de la Federación, Juan Luis Larrea.

Y parece que la veda ya está abierta, después de que en los últimos días haya salido a la luz una supuesta conversación entre el propio Larrea y Jaime Barriuso, el otro candidato a la presidencia, en la que éste aseguraba que consideraba más conveniente para el Eibar que la Real siguiera en Segunda.

El presidente azulgrana lo desmintió ayer totalmente. «Lo desmiento rotundamente. Porque no lo he dicho y porque además no tendría sentido -explicó-. Como presidente del Eibar, cuanto más arriba esté la Real, más nos beneficia, por ejemplo porque nos puede ceder jugadores, cosa que estando en Segunda es mucho más complicada. Además, no hay más que echar un vistazo a nuestro programa electoral, en el que queda bien claro que la Real es el vértice de la pirámide -recordó-. Está considerado el `club líder'», insistió.

Precisamente en esa carrera a la presidencia de la Federación es donde encuentra Barriuso justificación a la polémica, aunque reniega de ella. «Me parece horroroso. Jamás voy a entrar en descalificaciones porque eso perjudica al fútbol guipuzcoano, que es lo que nos importa».

Trámites

La directiva de la Real, por otra parte, presentó ayer el expediente del ERE, el plan de viabilidad para las cuatro próximas temporadas y el presupuesto del presente ejercicio a los administradores concursales que, a su vez, deberán entregar un informe al juez el próximo siete de noviembre.