Después de un verano entre sobresaltos, Hondarribia-Irun ha aguantado el tirón a pesar del importante recorte presupuestario. Joan Albert Cuadrat no es ajeno a todos esos problemas, de modo que su misión está clara: mantenerse en la Liga Femenina.

Se acabó la pretemporada. ¿Cómo afronta la temporada 2008/09?

Bueno, pues lo afrontamos con ilusión, pero siendo conscientes del retoque presupuestario. Entonces, partimos de un modo más humilde, pero con ganas de hacerlo bien y poder salvar la categoría cuanto antes. Luego habrá que ver si el calendario nos da tiempo para poder aspirar a algo más. Vamos a intentar lograr las nueve victorias que suponen la salvación cuanto antes, y, a partir de ahí, veremos hasta dónde podemos llegar.

Como ha comentado, el retoque presupuestario ha sido importante. Por ello, ¿la plantilla ofrece garantías?

Sí, claro que es una plantilla competitiva. Es un grupo bien pensado e ideado. El club, además, ha renovado a jugadoras jóvenes y carismáticas de este club y se ha apostado por gente con experiencia tanto en Liga Femenina como en Europa para que puedan darle al equipo un salto cualitativo.

Con un grupo tan renovado, ¿el equipo precisará de adaptación?

Pues sí. Hay que acordarse del problema que nos produjo el accidente de tráfico de cuatro jugadoras. Aparte, el primer rival que tendremos en liga será el Celta, que ha renovado a nueve jugadoras y que tiene la cuestión de la adaptación a su favor. El no poder jugar de memoria lo deberemos suplir con otras cosas.

¿Qué tipo de juego inculcará Joan Albert Cuadrat?

Queremos tener un juego muy móvil, en el que el recorrido ofensivo sea muy amplio. Además, queremos defender intentando provocar errores al rival.

¿Qué jugadoras llevarán el peso de este Hondarribia-Irun?

Está claro que una jugadora como Stacey Lovelace debe ser nuestro referente. Viene de ser la máxima anotadora de la FIBA Cup, y por tanto, tendrá que ser una jugadora muy importante.

Pero bueno, creo que tenemos hasta siete jugadoras que pueden ayudar, aunque, por su nivel en la WNBA y el baloncesto europeo, Stacey Lovelace deberá asumir otras responsabilidades.

¿La Copa es lo máximo a lo que aspira este equipo?

Yo prefiero hablar de mínimos, que son nueve victorias. Ojalá podamos aspirar a más y, desde luego, no hay máximos. Jugar la Copa no es, por tanto, un objetivo, sino un premio.