Barcina apoya el órdago presupuestario de Sanz a Rajoy y sus motivos
El presidente del Gobierno navarro y de UPN, Miguel Sanz, encontró en la vicepresidenta de su partido y alcaldesa de Iruñea, Yolanda Barcina, el primer apoyo público al escrito difundido ayer en el que defiende que la posibilidad de fijar una posición de voto distinta de la del PP en el Congreso de los Diputados «está en la letra y el espíritu del Acuerdo Electoral de 2007». Sanz detalla en su escrito que fue elegido para «defender los interese de Navarra, no los del PP».
GARA |
Miguel Sanz hizo público ayer un escrito en el que asegura que «fui elegido como presidente de UPN y presidente del Gobierno de Navarra para defender los intereses de Navarra, no para defender los intereses del PP. Si coinciden, muy bien, pero si no siempre haré prevalecer los intereses de Navarra». E insistía después en que UPN «siempre estará con los intereses generales de Navarra dentro del interés general de España y su unidad constitucional».
Su posición fue inmediatamente respaldada por la vicepresidenta de UPN y alcaldesa de Iruñea, Yolanda Barcina, quien apuntó que «como bien dice» Sanz, «estamos para gobernar por el interés general». «Para eso nos han elegido -recalcó- para defender los intereses de Navarra sin que choquen con los de España y sabiendo aparcar siempre nuestras diferencias partidistas».
«Juntos, pero no revueltos»
El escrito de Miguel Sanz, publicado ayer en «Diario de Navarra», lleva el título de «Juntos pero no revueltos» y desde el primer párrafo deja claro a qué responde. «Mucho se ha hablado, escrito y comentado estos días sobre las relaciones de UPN y PP. Unas veces desde el rigor, otras desde el desconocimiento y casi siempre desde el interés político de quien pretende hacer ver que UPN y PP son la misma cosa, un mismo partido».
Por eso, explica que «UPN es un partido soberano», por lo que «ningún otro partido puede `poner firmes' a UPN como hemos leído en algún medio». Recuerda que UPN firmó con el PP un acuerdo de colaboración en 1991, que ha tenido algunos desarrollos como el acuerdo electoral de 2007. Insiste en que esos acuerdos no suponen ni una fusión ni una absorción.
«El acuerdo lo permite»
Después concreta que «el acuerdo permite a UPN en su letra y espíritu una posición de voto diferente en situaciones especiales que afecten al interés general y la gobernabilidad de Navarra siempre que no colisionen con el interés general de España». Y Sanz presenta como elemento de autoridad para hacer interpretación el que fue él mismo quien redactó el acuerdo.
Señala que ni el PSOE ni el PP parecen querer alcanzar ningún acuerdo sobre los Presupuestos Generales. En ese contexto, afirma que «toda la información de la que disponemos nos lleva a la conclusión de que, sea cual sea, el sentido del voto de los diputados de UPN, estos no serán determinantes para su aprobación o rechazo. En cambio sí que afectaría a la gobernabilidad presente y futura de Navarra, una posición predeterminada y contraria de UPN al inicio de conversaciones para intentar un acuerdo de intereses para nuestra Comunidad».
Aprovecha Sanz para hacer ajustes de cuentas internos. Recuerda que pese a lo que proponían «algunos compañeros de UPN y alguna dirigente del PP», él estuvo dispuesto a dejar su cargo si era necesario para que «el PSE renunciara al apoyo de los nacionalistas». «Pronto han olvidado los obstáculos que fue necesario sortear para revalidar el Gobierno de Navarra y dejar fuera del mismo a los nacionalistas», señala, negando que su posición actual se deba a su apego al sillón.
También hay un recado para el diputado Santiago Cervera, quien dijo que «si UPN se desliga del PP irá directo al desastre y arrastraría al desastre a Navarra». Responde Sanz que «nadie puede hacer de adivino» con este tipo de frases «sin riesgo de hacer el ridículo», porque nadie de UPN ha dicho que quiera desligarse del PP.
El escrito concluye que será la dirección de UPN la que decida el voto a los presupuestos.
Mientras el Gobierno navarro ha considerado «aceptable» el proyecto de presupuestos generales del Estado del Gobierno Zapatero, el PP se opone frontalmente a ellos. CDN los considera «decepcionantes» e IUN «fuegos artificiales».