Crónica | Fiesta islámica del Aid al Fitr en Bilbo
La falta de derechos condiciona la celebración del final del Ramadán
Cerca de 2.000 musulmanes vizcainos, según los organizadores, participaron ayer en la celebración de la fiesta de final del Ramadán, Aid Al Fitr, en el polideportivo de San Inazio, en Bilbo. El festejo no fue completo para muchos de los participantes que debieron abandonar la salat u oración para acudir a sus puestos de trabajo al no disfrutar de los derechos laborales básicos por no tener papeles.
Agustín GOIKOETXEA
Desde las 8.00, la cancha del polideportivo municipal de San Inazio fue acogiendo a cientos de fieles al Islam, en su mayoría hombres, aunque la presencia de mujeres y niños se incrementa año a año. Era la quinta ocasión en que los musulmanes vizcainos organizaban en Bilbo esta celebración comunitaria, a la que acudieron cerca de 2.000 personas, según sus promotores. La fiesta de final del Ramadán también tuvo lugar en Durango, donde el Ayuntamiento les cedió un equipamiento.
A las 10.00, y por espacio de 35 minutos, tuvo lugar la salat -la oración- y el jutba -el discurso- del imán en árabe con una breve traducción al castellano. Decenas de fieles no pudieron participar en la totalidad del rito pues -tal y como explicó más tarde Ahmed El Hahafy, presidente de la Comunidad Islámica de Bizkaia- tenían que acudir a sus puestos de trabajo. Al finalizar el rezo, otros cientos abandonaron el polideportivo por idéntico motivo.
Othman Gómez Kortazar, miembro de la mezquita Assalam, explicó después a los medios de comunicación que desde su centro islámico han tratado de explicar los derechos que tienen los musulmanes en virtud del acuerdo de cooperación del Gobierno español con la Comisión Islámica de España de 1992 y les han confeccionado un justificante para presentar. Los trabajadores de esa confesión religiosa tienen derecho a solicitar a la empresa la jornada del Aid Al Fitr y la del Sacrificio del Cordero como fiesta en vez de otras del calendario laboral, además de cambios en el horario para poder asistir a la oración del viernes.
Quienes disponen de papeles lo disfrutan, no así aquellos que no los tienen, subrayó Gómez, que destacó el esfuerzo realizado para dar a conocer los derechos de los fieles al Islam.
En esta misma línea, desde la comunidad islámica vizcaina están solicitando a sus miembros que pidan salas de oración -musalas- y clases de árabe en las escuelas oficiales de idiomas. Las salas, que reclaman que sirvan también para otras confesiones, estarían en los hospitales de Basurto, Cruces y Usansolo, donde hay capillas católicas; en el aeropuerto de Loiu, Termibus y el BEC.
Assalam argumenta que han iniciado esta campaña de sensibilización después de que los contactos con Osakidetza no fructificaran y que los responsables del aeropuerto y la feria de muestras no les hayan contestado a una petición de 2005. Su apertura, entienden, sería una muestra de pluralidad religiosa.
Los fieles conocieron el lunes la fecha exacta del Aid Al Fitr, que coincide con la entrada de la luna nueva, que marca el calendario lunar islámico. «Entró ayer -por el martes- a las 20.13», apostilló Abdula Vicente, que explicó que la festividad no se celebra con copiosas comidas en familia. «Puede ser unas alubias y un bacalao al pil pil», indicó este basauriarra, afincado en Galdakao.
«El Ramadán es un mes de limpieza física y en nuestro interior. Al finalizar, el imán nos lo agradece y recuerda que debemos mejorar para el próximo año», añadió Vicente, quien al igual que El Hanafy aclararon que en el Islam no hay cargos. «Lo más importante es la humildad», dijeron a los periodistas mientras entregaban regalos a los niños y otros fieles degustaban pasteles.