Bruselas planea aumentar las garantías de los depósitos bancarios
La Comisión Europea planea reformar su normativa sobre el sistema financiero, aumentando las garantías sobre los depósitos para proteger a los ahorradores, además de obligar a las entidades financieras a que asuman parte de los riesgos de los complejos productos que colocan en el mercado. El Estado francés propone un fondo común europeo de 3oo.ooo millones de euros para rescates financieros.
GARA |
La Comisión Europea planea revisar la normativa comunitaria sobre garantías de depósitos para reforzar la protección de los ahorradores. La legislación actual establece una cobertura mínima de 20.000 euros, aunque la situación es diferente en los distintos Estados miembros. En el Estado español, el Fondo de Garantía de Depósitos cubre depósitos dinerarios y valores por un máximo de 20.000 euros por entidad y titular. La Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) coincidieron en rechazar el aumento que, en cambio, sí reclaman asociaciones de consumidores.
En el actual contexto de turbulencias financieras, el Gobierno irlandés elevó hace dos semanas a 100.000 euros la protección de los depósitos y el martes decidió ofrecer garantía estatal durante dos años a todos los depósitos bancarios de los seis grandes bancos nacionales.
El presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, opinó que los sistemas de garantías estatales de la UE deben ser más homogéneos. «Además de liquidez, hace falta inyectar credibilidad a la economía europea», advirtió Barroso y, para ello, «son necesarias acciones coordinadas» en toda la UE.
París propone un fondo común
Una de las propuestas llegó del Ejecutivo francés que va a plantear a sus socios en la UE un fondo de 300.000 millones de euros para socorrer al sector bancario, aunque ayer mismo llegó el rechazo desde el ministerio alemán de Finanzas.
Por otro lado, el Ejecutivo comunitario quiere endurecer las exigencias a las entidades financieras para reforzar la estabilidad del sistema, aunque Bruselas sostiene que «la falta de regulación no ha sido la causa de la actual crisis».
Bruselas plantea obligar a las entidades financieras a asumir parte de los riesgos de los productos estructurados -como las hipotecas titulizadas- que coloquen entre los inversores, y quedarse como mínimo el 5% de las emisiones. Estos instrumentos de inversión cada vez más complejos están detrás de los problemas actuales, al asumir las entidades riesgos muy superiores a los que pueden cubrir con sus reservas.
Otra novedad que incluye la propuesta de la Comisión es la creación de «colegios de supervisores» encargados de vigilar a los bancos con presencia transfronteriza. Para reducir los riesgos asociados a la interconexión entre entidades, también propone limitar la exposición a terceros al 25% de los fondos propios o, para las entidades más pequeñas, como las cajas de ahorro, a 150 millones de euros.
La Comisión también defendió las diferentes medidas tomadas en los últimos días por los Gobiernos de Irlanda, Gran Bretaña, Bélgica, Holanda, Estado francés o Alemania para defender los bancos, y recalcó que «cada Estado miembro tiene sus responsabilidad en este área y ha actuado a su manera».
Varias de las principales entidades europeas de banca mayorista y de inversión podrían verse obligadas a llevar a cabo nuevas depreciaciones de sus activos por un importe total de 28.400 millones de euros, según un informe de JP Morgan, lo que elevará el importe bruto depreciado por el sector desde que comenzó la actual crisis hasta los 116.100 millones.
Mientras la UE anunciaba su intención de contar con una regulación más estricta sobre los bancos, todas las miradas apuntaban al Senado de EEUU que votó anoche su propia versión del plan de intervención estatal de 700.000 millones de dólares al que se incorporaron alivios fiscales y medidas de apoyo al ciudadano para ganarse a los legisladores más reticentes. El intento del Senado se produce sólo dos días después de que la Cámara Baja rechazara el plan, lo que causó el derrumbe de las bolsas y la mayor caída en la historia de Wall Street. La Cámara Baja votará de nuevo el plan mañana.
La versión del Senado contiene una medida para evitar que la clase media y los pequeños empresarios se vean afectados por el «impuesto mínimo alternativo», lo que supone, en realidad, un alivio fiscal. Además,incluye una medida para incrementar hasta 250.000 dólares las garantías que se aplican a los depósitos que los particulares y las pequeñas empresas tienen en los bancos, en caso de que la entidad entre en quiebra. Esta medida pretende evitar la fuga de depósitos desde las pequeñas entidades hacia las grandes, ante la sensación que tienen los clientes de que su dinero estará allí más seguro.
En el Senado sólo un tercio de los 100 escaños está sometido a renovación en las elecciones de noviembre. Es decir, la presión ciudadana sobre los senadores es mucho menor que sobre los representantes, ya que todos éstos deben renovar su puesto en las urnas. Quien sí presionó fue el presidente, George W. Bush, quien se dedicó a telefonear a los senadores para convencerles de la necesidad de intervenir en los mercados y, en unas declaraciones, exhortó al Congreso a aprobar rápidamente el plan de rescate mostrándose seguro de que lo haría.
El director general de la Fundación La Caixa, Jaime Lanaspa, afirmó ayer que el fondo que el Gobierno de Estados Unidos quiere destinar a rescatar entidades bancarias y eliminar sus activos dañados para reflotar el sistema financiero -unos 700.000 millones de dólares- es diez veces más de lo que se calcula que es necesario para erradicar la pobreza.
Lanaspa consideró que es mucho más rentable, en términos humanos, destinar esos fondos a combatir el hambre en el mundo, que a rescatar operaciones de entidades que no han sido «suficientemente responsables, transparentes y probablemente legítimas en su trabajo».