Bicentenario madrileño
«Sangre de mayo»
La miniserie televisiva subvencionada por Esperanza Aguirre se estrena en su versión cinematográfica, como una épica superproducción centralista a la medida de Garci.
M. INSAUSTI | DONOSTIA
La polémica vuelve con José Luis Garci, que ha contado con quince millones de euros concedidos a través de una subvención de la Comunidad de Madrid y su correspondiente canal de televisión autonómico. No deja de ser paradójico que este dinero a fondo perdido proceda precisamente de representantes de la derecha española, que es la que más se queja de las ayudas oficiales al cine.
En principio «Sangre de mayo» nació como una miniserie televisiva de tres capítulos, pero antes de ser emitida llega la versión cinematográfica con dos horas y media de duración. Considerado como producto para la pequeña pantalla, habría que calificarlo de superproducción; no tanto si se piensa en ella para su exhibición en las salas de proyección.
Garci y su habitual guionista Horacio Valcárcel se han basado parcialmente en la obra de Benito Pérez Galdós «Los episodios nacionales», si bien lo que el oscarizado cineasta ha querido poner en práctica es un tratamiento melodramático similar al que hacía el clásico de Hollywood «Lo que el viento se llevó» con respecto a la Guerra de Secesión.
La relación entre una pareja de jóvenes enamorados del Madrid de 1808 tiene como telón de fondo los acontecimientos históricos de aquella primavera, en la que tuvo lugar el motín contra Godoy, el destronamiento de Carlos IV a manos de su propio hijo Fernando VII y la sublevación contra las tropas napoleónicas. También ha tenido la oportunidad de planificar secuencias bélicas con caballos, hasta un total de cincuenta ejemplares, teniendo en mente a su admirado John Ford. Se habla asimismo de una cifra tan impresionante como lo son nueve mil figurantes.