El conocido dramaturgo Albert Espinosa, autor de las obras en las que se basaron las películas «Planta 4ª», «Va a ser que nadie es perfecto» y «Tu vida en 65 minutos», debuta en la dirección cinematográfica. Como quiera que parte de material escénico de cosecha propia, incluso apareciendo por primera vez delante de la cámara, la película resultante tiene su sello característico para bien y para mal.

La superación de los complejos a causa de deficiencias físicas las asume en primera persona, al mostrar su pierna ortopédica y hacer chistes a cuenta de ella. El retraso mental es afrontado con igual sentido del humor por un grupo de jóvenes actores, en unas caracterizaciones demasiado forzadas.