GARA > Idatzia > > Kultura

Lo demás es silencio

Josu MONTERO | Escritor y crítico

El «Rey Lear» del Centro Dramático Nacional a finales de junio en el Arriaga fue la última obra que vi antes del parón teatral estival. Con un «Hamlet» a cargo del Centro de Nuevos Creadores y dirigido por Juan Diego Botto se inaugura hoy día 3 la 33 edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz. Para bien y para mal, Shakespeare hasta en la sopa. Muerto a los 51 años, escribió 36 obras -y las representó- en menos de 25 años. Pero es que infinidad de dramaturgos, novelistas o cineastas han escrito un buen montón de obras, ya a partir de sus creaciones o ya centradas en su enigmática figura. Se ha defendido desde su inexistencia -no sería sino un seudónimo de alguien- hasta que se trataba de una mujer. El caso es que su vida sigue siendo bastante misteriosa. El mes próximo se editará en el Estado español la que promete ser definitiva, la voluminosa «Shakespeare. Una biografía», del reputado biógrafo e historiador Peter Ackroyd. Publicada hace tres años en Gran Bretaña, se trata de una biografía ciertamente desmitificadora. Shakespeare era, al parecer, alguien bastante corriente. Nada de idealismo ni de romanticismo ni de rebeldía en su personalidad. El dramaturgo fue un hombre pragmático, todo un profesional de lo suyo, ambicioso, calculador y elitista. Según Ackroyd, Shakespeare producía bajo demanda, al gusto de quien pagaba o al del público; persiguió y consiguió la fortuna económica y la fama, fue prestamista e incluso especulador en época de vacas flacas, y murió muy rico. Todos los datos le llevan a Ackroyd a afirmar que William Shakespeare fue un apologista del poder real y contrario a todo movimiento popular.

Pero el que a nosotros nos atañe, el creador, el poeta, fue por varios motivos el primer autor moderno. En primer lugar porque presenta la conciencia humana como un territorio inestable y contradictorio; el dramaturgo parece convertirse en los personajes que crea por muy antagónicos que sean. Su capacidad para ponerse en lugar de otros es inmensa. De ahí que se encuentre como pez en el agua en la ambigüedad, y a estas alturas sigamos sin saber con qué personajes se identifica, lo cual es estupendo para moverle el tapete al espectador. Y es que la verdad es al cabo algo relativo y hasta maleable, que depende sobre todo de la expresividad de quien usa las palabras. Convierte el teatro en un medio para entender la realidad; el escenario es el mundo. Por eso su teatro se llamó The Globe.

Pero da igual lo que los datos nos digan. El auténtico creador parece vivir independientemente del ser humano histórico. Ni siquiera éste le entiende a aquel. La creación va más allá. Por eso en muchísimas obras de El Bardo de Stratford percibimos ese violento vendaval de ira nihilista que se lleva por delante todas las ideas preconcebidas sobre la naturaleza humana. Y sólo nos deja el silencio. Nos deja solos y desarmados delante del silencio. «The rest is silence», exclama Hamlet justo antes de expirar.

Ficha

«Hamlet»: Principal de Gasteiz, hoy y mañana, 20.30.

«Don Juan, El burlador de Sevilla»: Teatro Barakaldo, sábado 20.00 y domingo 19.00.

«Legend Lin Dance Theatre»: Arriaga, mañana 20.00 y domingo 19.00.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo