Los suculentos beneficios empresariales
El último boletín del Banco de España viene a constatar que todos los indicadores recientes confirman el debilitamiento progresivo de la economía en el Estado español. Los redactores del informe utilizan un lenguaje nada alentador en el que aparecen por doquier términos como «incertidumbre», «tensiones», «descenso de la confianza», «caída del consumo», «perdida de dinamismo» o «inversiones decrecientes», que hablan bien a las claras de que la crisis no ha venido de visita, sino a quedarse una larga temporada.
Sin embargo, y más allá del discurso genérico sobre la desaceleración, un análisis minucioso de las cifras que aporta el propio Banco (que GARA ofrece hoy en sus páginas de Economía) desvela que no todos los sectores se enfrentan a la crisis en igualdad de condiciones. Así, las empresas no financieras lograron hasta junio un beneficio neto sobre el total de la producción del un 50,5%. Si bien esta cifra está afectada al alza por el comportamiento de los resultados extraordinarios (como en el caso de la operación entre Endesa y E.ON), el porcentaje de ganancias no bajaría del 34,5% una vez descontados los beneficios de la eléctrica. No hace falta calculadora para descubrir que el sector empresarial todavía disfruta de un amplio margen de maniobra ante la crisis, a pesar de lo cual siguen exigiendo contención salarial y abaratamiento de los despidos.