Por si se dudaba del uso electoral
Iñaki IRIONDO
La reacción que ayer tuvo el Gobierno de Lakua sobre el juicio al diálogo político despeja cualquier duda que se pudiera tener sobre si la candidatura de Juan José Ibarretxe pretendería usar este dislate a su favor. A nadie extraña que el Gobierno salga en defensa de su presidente, pero los términos de la declaración invitan a hacer algunas matizaciones.
Es cierto que hasta finales de 2007 Ibarretxe mantuvo un hilo de comunicación con la izquierda abertzale, que incluso sirvió para generar dinámicas de confianza política entre las partes. Pero no es menos cierto que entre 2001 y 2005 el lehendakari se negó públicamente a llegar a cualquier tipo de acuerdo con este sector político cuyo apoyo despreció hasta el último momento. Además, las reuniones mantenidas han sido siempre más destinadas al intercambio de opiniones que a la búsqueda de dinámicas comunes.
Por otra parte, pese a la grandilocuencia de la declaración, las conversaciones del lehendakari y el papel de su Gobierno en el último proceso negociador fueron prácticamente irrelevantes, quizá por iniciativa propia o tal vez por decisión de otras partes, incluido el PNV que dirigía Josu Jon Imaz.
Por último, si bien Lakua puede quejarse del distinto rasero de los tribunales con Rodríguez Zapatero, no puede olvidar que junto a Ibarretxe serán juzgados dos dirigentes del PSE, por lo que la discriminación que denuncia es relativa, sobre todo si se compara con otros compañeros de ese banquillo.