La izquierda abertzale y el PNV, mediante sendas ruedas de prensa, mostraron ayer su malestar ante el documento presentado el pasado jueves por el PSE bajo el título «Euskera en libertad». El PNV anunció incluso que presentará mociones en los ayuntamientos gobernados por el PSE para que esta formación ponga de manifiesto «sus verdaderas intenciones».

Con esta iniciativa, por la que pedirá «la implicación» de los consistorios en la promoción y uso de la lengua vasca, la formación jeltzale pretende reclamar a la que lidera Patxi López que abandone «las puestas en escena preelectorales y retire el maquillaje político», para mostrar «su verdadera cara en todo lo relacionado» la lengua vasca.

En una comparecencia ante los medios de comunicación, el presidente del BBB, Andoni Ortuzar, aseguró que en un primer momento «nos alegramos mucho del paso de Patxi López»; sin embargo, agregó que «enseguida nos dimos cuenta de que era un anuncio con muy poca credibilidad».

«Objetivo: criminalización»

Asimismo, destacó que para que realmente fuera «creíble» el compromiso de López deberían haberlo «convertido en realidad allí donde gobiernan desde hace muchos años, sin destinar presupuestos ridículos» a la promoción del idioma nacional. Como botón de muestra, el PNV describió las situaciones que se viven en Santurtzi o Barakaldo, donde según denunciaron concejales jelkides de estos municipios, «se han sometido a un apartheid lingüístico».

Contundente resultó también la crítica independentista al manifiesto del PSE. Miren Legorburu, Inaxio Agirre y Julen Kaltzada, que comparecieron en Donostia, lo calificaron de «toma- dura de pelo» e indicaron que el partido de López busca «convertir en algo natural la situación minoritaria que vive el euskara». «Quiere eternizar la conculcación de derechos lingüísticos», sentenciaron.

En el contexto político actual, que definieron como «estado de excepción impuesto por el PSOE», aseguraron que el citado manifiesto supone un «sarcasmo». Lamentaron, en este sentido, que critiquen «el uso del euskara para fines políticos los que sólo se acuerdan de esta lengua en periodo electoral».

Frente a todo ello, la izquierda abertzale aboga por la «construcción de un suelo democrático sin vetos», donde se respete el derecho de autodeterminación sobre el modelo lingüístico, incluyendo el de «una Euskal Herria euskaldun», apostilló a este respecto Legorburu.

En la comparecencia, los tres representantes independentistas desgranaron sus críticas ante la propuesta del PSE. En primer lugar, apuntaron que el escrito relaciona la cultura euskaldun con el «totalitarismo» y no dudaron a la hora de afirmar que busca «criminalizar el objetivo de conseguir una Euskal Herria euskaldun».

Los términos empleados en el manifiesto sugieren, a su entender, que el idioma nacional es «cerrado, no democrático y desintegrador», de ahí, consideraron, proviene precisamente el título del documento.

Calificaron de «insultante» la defensa que hace ahora el PSE por el «mito del bilingüismo político», por lo que instaron a ese partido a «quitarse las caretas y a hablar claro». La hondarribiarra indicó que los máximos de la política lingüística en vigor «están muy por debajo de los mínimos necesarios para la normalización».

Legorburu señaló que el modelo que propone ahora el PSE, que a su juicio se fundamenta en «imponer un bilingüismo excluyente», supone en la práctica la «sumisión, asimilación y desintegración del euskara y de Euskal Herria».

Indicó, a este respecto, que a pesar de que el PSE haya puesto en duda todas las propuestas de incentivación, resulta «esclarecedor» que el PNV se haya puesto de acuerdo con el PSE en todas las políticas sobre euskara.

Legorburu denunció que, aunque el PSE habla de reflexionar para lograr un nuevo acuerdo, realmente «tiene la intención de recortar aún más» los mínimos actuales. Y como botón de muestra, incidió en que se propone que el acceso al empleo público no debe condicionarse, lo que se traduce en que cualquier persona que no conozca el euskara pueda optar a un trabajo en la Administración pública. Para la izquierda abertzale, con esta propuesta «se seguirán vulnerando los derechos lingüísticos, se imposibilitará el funcionamiento en euskara y la nor- malización lingüística». Lo que le llevó a concluir que la euskaldunización de la Administración «es imposible con una política de este cariz».

Atendiendo a que los mayores esfuerzos en favor de la euskaldunización se hacen en este área, aseguró que lo planteado en el acto del Miramar «no sirve para regenerar la comunidad del euskara en su territorio».

Se refirió también a la defensa del «pluralismo» en el sistema educativo, donde recordó que la propuesta ni siquiera concuerda con lo fijado recientemente por el Congreso Federal del PSOE.

La edil de Hondarribia se refirió, en tono irónico, al «afán del PSE por alejar la cultura euskaldun de utilizaciones políticas», cuando, a su entender, «la mera presentación de este documento fue un acto electoral».