El Juzgado de Primera instancia de Donostia admitió ayer la denuncia presentada por Miguel Fuentes, María de la Peña y Juan Larzabal contra Iñaki Badiola por negarse a entregarles una copia de la Due Diligence tras acusarles de las irregularidades que, supuestamente, aparecían en la misma.

La dilación del proceso había hecho pensar a más de uno que los tres ex presidentes de la Real se habían echado atrás pese a lo anunciado en su día -incluso en la reunión que mantuvo Iñaki Badiola el pasado 29 de setiembre con algunos periodistas, se aseguró no tener constancia de que existiera denuncia alguna-, pero lo cierto es que los trámites siguen adelante y el actual dirigente txuriurdin deberá presentar ahora las pruebas que justifiquen las acusaciones realizadas en su día contra los anteriores consejos.

El conflicto arranca en la Junta de accionistas del pasado 17 de junio, en la que Iñaki Badiola desveló parte de los resultados de la Due Diligence llevada a cabo durante los meses anteriores. Aunque no se realizaron acusaciones concretas, sí se habló de una supuesta doble contabilidad, de un gasto injustificado de más de siete millones de euros o de la creación de una sociedad, Sunday Morning, por la que se pudo defraudar a Hacienda. Actuaciones de las que se excluyó a Luis Uranga, con lo que sus sucesores en el cargo se dieron por aludidos. «Cuando salva a Luis Uranga explícitamente, se supone que el resto estamos afectados por algún tipo de irregularidad que desconozco», destacaba Juan Larzabal después de la citada Asamblea.

Y podrían haber sido cuatro

De hecho, los cuatro presidentes que sucedieron a Luis Uranga en el cargo -José Luis Astiazaran, Miguel Fuentes, María de la Peña y Juan Larzabal- se personaron en las oficinas del club en días posteriores a la Asamblea para solicitar una copia del informe. Ante la negativa, los tres últimos establecieron un plazo de una semana para que les fuera remitida, advirtiendo, en caso de que no se les permitiese acceder al informe en el que se basaban las acusaciones, de que acudirían a los juzgados. Y es ahí donde acabará el caso, después de que Badiola, ni haya retirado las acusaciones, ni haya presentado documentación alguna que las sustente.

No hay aún constancia de que José Luis Astiazaran haya acudido también a los juzgados pese a que en su día también hizo pública su intención de seguir por ese mismo camino.

En el plano puramente deportivo, la actualidad pasa por el regreso de la plantilla blanquiazul a Donostia, después de que ayer trabajase en Portonovo. Hoy se ejercitará ya en Zubieta (16.00), a puerta cerrada.

En el viaje de regreso se rumiaba aún la derrota de la víspera, segunda consecutiva que sufre el equipo en apenas cuatro días y con la que Juanma Lillo empeora considerablemente su estadística de los últimos seis meses. Desde su llegada a Donostia, el entrenador tolosarra presentaba una trayectoria espectacular: una sola derrota en los once encuentros ligueros que dirigió la pasada temporada y seis partidos con el equipo imbatido en el arranque de esta.

La racha se ha visto cortada ahora con dos tropiezos consecutivos y, lo que es peor, con una imagen que ha sido incluso peor que los resultados. Y la próxima cita llega mañana.