La muerte de Haider deja huérfana de líder a la extrema derecha austriaca
La extrema derecha austriaca perdió ayer de madrugada a su líder más carismático, Jörg Haider, fallecido en un grave accidente de tráfico cuando volvía a casa. En las elecciones del 28 de setiembre, la extrema derecha, representadas por el BZÖ de Haider y el FPÖ, logró un 30% de los votos, logrando alcanzar una importante capacidad de influencia en la vida política austriaca, hasta entonces dominada por la Gran Coalición de socialdemócratas y conservadores.
GARA |
El líder histórico de la extrema derecha austríaca y gobernador de Carintia, Jörg Haider, conocido por sus posiciones populistas contra la inmigración y la UE, murió en la madrugada de ayer como consecuencia de un accidente de tráfico.
Haider falleció después de que su coche, un Volkswagen Phaeton, se saliera de la carretera y diera varias vueltas de campana. El líder de la extrema derecha regresaba a su casa en Klagenfurt, capital del estado de Carintia, a altas horas de la madrugada tras acudir a una fiesta.
Tras conocerse la muerte de Haider, cientos de ciudadanos de Carintia acudieron a la sede del Gobierno regional para colocar flores.
Uno de los mensajes que acompañaban a los ramos de flores decía: «Querido Jörg, no te olvidaremos nunca. Tú eras nuestra Lady Di». Otros le comparaban con James Dean, el mítico actor estadounidense muerto en accidente de tráfico en 1955.
Haider siempre cultivó un look de estrella de cine. En la última campaña electoral se hizo fotografiar encima de una moto del club de los Ángeles del Infierno de Carintia.
Casado y padre de dos hijas, Haider acababa de lograr en las elecciones del pasado 28 de setiembre un éxito para su nuevo partido, la Alianza para el Futuro de Austria (BZÖ), al obtener el cuarto puesto.
En los años 1990, Haider se caracterizó por un discurso antijudío y pronazi, pero posteriormente adoptó su mensaje para arremeter, también virulentamente contra la inmigración y la corrupción de la que acusaba a la clase dirigente de Viena y de Bruselas.
Aprovechando que la población de la pequeña república alpina (poco más de ocho millones de habitantes) es una de las más euroescépticas de los miembros de la UE, Haider denunció en su campaña «la intolerable pérdida de independencia y libertad de acción» que para Austria suponía pertenecer a la UE.
De este modo, en las pasadas elecciones legislativas de setiembre, la extrema derecha, representada por el BZÖ de Haider y el FPÖ, otro partido ultraderechista del que los seguidores del líder fallecido se marcharon en 2005, consiguió un porcentaje del 30%, poniendo en serios aprietos a los partidos tradicionales austriacos, el socialdemócratas SPÖ y los conservadores ÖVP, que formaban la Gran Coalición. Precisamente, en estos momentos se estaba negociando la formación del nuevo Gobierno austriaco y una de las opciones que se barajaban era la incorporación al mismo de la extrema derecha.
De hecho, en 2000, Haider, entonces al frente del FPÖ formó coalición de Gobierno con el ÖVP de Wolfgang Schüssel, lo que provocó un especie de boicot institucional por parte del resto de miembros de la UE. Ahora, Haider había renunciado a ser ministro del Gobierno federal.
Carintia, estado que gobernaba Haider, fue amonestado el viernes por el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (HCR) por la creación de un centro en el que se calificaba a los refugiados de «delincuentes».
Desde sus rivales en el seno de la extrema derecha del FPÖ -partido que abandonó en 2005 para forman el BZÖ- hasta los Verdes, pasando por los conservadores del ÖVP y los socialdemócratas del SPÖ, todo el arco parlamentario austriaco mostró sus condolencias por la muerte de Haider, a quien calificaron de «político de gran talento» y del que destacaron que «había marcado la vida política de Austria en las últimas décadas».
Werner Faymann, líder de los socialdemócratas, calificó a Haider de «político excepcional».
