Sendos goles de Ribery y Gourcuff -el nuevo prodigio del futbol francés- en la segunda parte evitaron probablemente que la cabeza de su técnico, Raymond Domenech, rodara por el suelo, a no ser que los dirigentes del fútbol francés decidan lo contrario en su reunión de mañana, a la vista de la tortuosa trayectoria de su equipo en esta fase de clasificación.

El preparador de origen catalán seguramente se vio de patitas en la calle cuando apenas se había cumplido un cuarto de hora y su equipo ya perdía 2-0, pero sus jugadores acabaron reaccionando para igualar el encuentro.

El empate que Rumanía y Francia firmaron en Constanza y la lucha que mantuvieron Alemania y Rusia en Dortmund fueron lo más relevante de una jornada que no deparó sorpresa alguna.

Los germanos se adelantaron por partida doble cuando apenas se había cumplido media hora y eso hacía presagiar un partido plácido para los anfitriones, pero un gol de Arshavin al comienzo de la reanudación puso en peligro el liderato de los teutones en el grupo 4.

Por otro lado, Inglaterra, España y Grecia demostraron que son los conjuntos más en forma -han ganado todos los envites disputados-, aunque el mérito de sus victorias conseguidas ayer no fue excesivo, ya que se midieron a rivales de mucha menor entidad futbolística.

Quien no lo está pasando nada bien hasta el momento es Portugal, que al menos consiguió arrancar un punto en su visita a tierras suecas, aunque la escuadra lusa no tiene mucho más margen de error este próximo miércoles ante Albania.