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SEGUNDA Quinto partido sin ganar y tres sin marcar

La Real recupera la intensidad, pero querer no es poder

Un equipo con nueve canteranos, siete con ficha del Sanse hace dieciséis meses, no pudo aprovechar sus pocas opciones ante un Xerez muy equilibrado y le faltó frescura y la fortaleza anímica del inicio liguero.

REAL SOCIEDAD 0

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Joseba ITURRIA | DONOSTIA

La Real encadenó ayer su quinto partido oficial consecutivo sin ganar y el tercero sin marcar, y eso provocó que muchos salieran decepcionados de Anoeta. Pero, a diferencia del partido de Sevilla, a los blanquiazules ayer no se les puede reprochar nada en cuanto a actitud e intensidad. Claro que ayer al equipo le faltó frescura tras tres partidos jugados en una semana y la fuerza anímica con la que comenzó la temporada y que ha perdido con los últimos resultados y el desquiciamiento interno al que se ve sometido.

Uno no salió decepcionado de Anoeta porque no esperaba mucho más del partido. Todo lo contrario, salió orgulloso de un equipo que es capaz de ser competitivo con nueve jugadores de la cantera en el once, siete de ellos con ficha del Sanse hace apenas dieciséis meses. El problema es el de siempre, que la Real se ha gastado el dinero que no ha tenido ni tiene para supuestamente reforzar el equipo y en un partido crítico como el de ayer el entrenador no puede introducir la frescura que exigía el equipo a gritos porque entendía que lo que ha venido no iba a mejorar lo poco que daban ya de sí los que estaban, por muy cansados que se les notara.

Alguno culpaba a Lillo en la rueda de prensa por no hacer cambios, pero de lo que se le puede responsabilizar no es de lo que hizo ayer, sino de que el miércoles hiciera jugar a Markel Bergara los noventa minutos. Si pensaba alinearlo ayer de titular, no debía jugar más de sesenta. El de Elgoibar hizo un primer tiempo fantástico, pero después de casi un año sin jugar 90 minutos no puede aguantar 180 en tres días. Le sobró casi todo el segundo tiempo, tenía tarjeta y corría el riesgo de irse a la caseta porque a su falta de frescura unía una motivación encomiable. Pedía el cambio a gritos y Lillo le prefería cansado a un Rivas fresco.

Y es que, tras un primer tiempo más que aceptable, el equipo necesitaba frescura en el segundo y todo lo que encontró Lillo fue a un Necati que llegó tarde siempre y que no aprovechó una gran ocasión que se encontró, y a un suplente en el Sanse el año pasado. Y eso que sólo faltaban dos jugadores de campo...

Algunos se apresuraron a decir que esta plantilla es mucho mejor que la que inició la pasada temporada y resulta que faltan cuatro titulares del final de Liga a pesar de gastar 3,5 millones en fichajes y un cuarto que es básico en el Levante. Y para sustituirlos Lillo ha fichado a cinco jugadores y ha repescado a Rivas. Sólo dos de ellos fueron titulares y no de los más destacados. Por eso, y porque lo que soportan estos jugadores es de locos, a nadie le debe extrañar que la Real tenga tres puntos menos en siete jornadas. Y eso que el punto de partida y el ambiente externo han sido mucho más favorables este año.

Otra puesta en escena

La Real salió al campo con una intensidad y una forma de jugar que en nada se pareció a la de Sevilla. Ayudó que Lillo apostara por el esquema táctico con el que más rinde el equipo y que mejor se adapta a sus cualidades. ¿Por qué cuando se ve en situaciones críticas recupea el 4-3-3 y cuando debía darle continuidad porque el equipo jugaba bien dilapidó partidos con experimentos? Y también se agradeció la entrada de un Markel que, si aguanta físicamente, puede hacer olvidar a Gorka Elustondo en esa posición.

Su forma de presionar y estar siempre bien colocado ayudó a que el resto del equipo hiciera lo mismo, y además aporta mucho con el balón. Fue la clave en el buen inicio de partido realista, con dos claras opciones para marcar en un disparo de Díaz de Zerio y, especialmente, en un cabezazo de Estrada tras un centro de Castillo que obligó a Chema a una gran parada. La Real merecía un gol a su mejor inicio y a su mayor ambición, ya que el Xerez fue conservador.

En ataque se limitaba a lo que podían hacer sus tres jugadores más adelantados. Viqueira no se acercaba al área ni por asomo y se limitaba a mantener su posición para ofrecer siempre una referencia a su equipo. Ni tan siquiera en las jugadas a balón parado asumían riesgos, ya que sólo acudían a rematarlas cuatro jugadores.

Por eso su única acción de peligro del primer tiempo llegó en una falta envenenada lanzada por Viqueira que Zubikarai despejó con apuros. El Xerez no sólo defendía de forma ordenada sin perder el sitio nunca, además controlaba bien el balón apoyado en su referente y por eso logró que en la última media hora antes del descanso no sufriera peligro ninguno.

En todo el segundo tiempo sufrió menos todavía porque todo el peligro se concentró en un minuto. Fue tras un corner en el que Marcos, Díaz de Zerio y Necati tuvieron tres buenas opciones, con remates meritorios de los dos primeros y pobre del tercero en mejor situación. A partir de ahí, el Xerez fue a más e incluso hubo que dar por bueno el empate porque llegó mucho mejor a los últimos minutos en los que los gaditanos tuvieron dos opciones para marcar. Hubiera sido injusto porque el partido resultó muy equilibrado y el empate refleja lo sucedido.

Lillo: «No supimos convertir nuestras ocasiones y nos faltó llevar mejor el final»

Juanma Lillo destacó tras el partido que «sabíamos que no iba a ser fácil. Teníamos que compartir la pelota con un rival con mucho oficio y no fuimos capaces de convertir nuestras ocasiones ni supimos llevar emocionalmente mejor el final, pero no es fácil coger el ritmo en una semana en la que hemos estado desorientados. A todos nos gusta ganar y no ha podido ser. No creo que haya sido un partido tan pésimo comparándolo con los dos anteriores. Ha sido bien distinto, no hemos ido tan a remolque del contrario. Y hemos tenido situaciones de gol, porque tras dos partidos sin verlos hoy sabemos que el Xerez tenía un buen portero».

Recordó los tres partidos jugados en una semana y que ayer se enfrentó a «un Xerez con oficio que sabe tenerla y no es fácil hacerle ocasiones. Y cuando un equipo no está acostumbrado a perder como el nuestro y pierde dos seguidos intenta no perder el siguiente y así es curiosamente cuando más te acercas a la derrota, como al final. Pero la intensidad y el esfuerzo se han recuperado. Nos gustaría tener más puntos, pero por eso no vamos a aflojar».

Le preguntaron por la falta de cambios en una rueda de prensa dura de un periodista que le culpaba a Lillo de no sacar más rendimiento al equipo y le dijo que «en función de lo que hay, de lo que tienes y de lo que pueden aportar» no vio conveniente hacer más. Recordó que «no soy amigo de hacer cambios por cambiar. Hay que cambiar por algo y saber quién por quién».

Joseba ITURRIA

Descanso hasta el martes a las cinco de la tarde

La primera plantilla realista, tras una semana de gira entre Sevilla y Vigo, tendrá descanso hasta el martes a las cinco de la tarde, cuando empezará a preparar el partido del sábado en Girona (18.30).

Victorias de los equipos de la cantera realista

El primer juvenil sigue líder tras vencer al Oberena (4-0), el Easo ganó al Santutxu (1-3), el primer cadete al Laudio (0-9), el segundo cadete al Añorga (9-1) y el infantil al Ostadar (11-0). Hoy el Sanse visita a las cinco al Barakaldo y las chicas al mediodía al Sporting de Huelva.

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