Araba limita la recogida de hongos, setas y frutos a 2 kilos por persona y día
Hace dos años se generó una gran polémica cuando el Valle de Ultzama decidió cobrar por la recogida de hongos y setas en su término municipal. Ahora ha sido la Diputación alavesa la que ha limitado la recogida a dos kilos por persona y día. La polémica vuelve a brotar, como las setas.
Iñaki VIGOR
El decreto aprobado ayer por la Diputación de Araba no limita la cuantía de dos kilos por persona y día sólo a hongos y setas, sino a todos los frutos silvestres, como pueden ser castañas, avellanas, pacharanes, moras o cualquier otro producto que brote de forma natural en terrenos públicos. De esta forma, Araba se convierte en el primer herrialde vasco que regula esta actividad en el conjunto del territorio, aunque después serán las entidades locales las que regulen más concretamente estos aprovechamientos. La recogida de hongos sin interés culinario, con fines científicos, de identificación o colección, se limitará a partir de ahora a tres unidades.
Este decreto, que entrará en vigor dentro de un par de semanas, también establece que será necesaria una autorización expresa para recoger trufas, miel y plantas leñosas, como brezos, bojes y árboles. Además, la Diputación se reserva la posibilidad de limitar anualmente los días de la semana en los que se pueda llevar a cabo la recogida de todos estos productos naturales.
Javier Gómez, micólogo profesional y director del proyecto que se puso en marcha el año pasado en el Valle de Ultzama, valora de forma positiva las medidas adoptadas ahora por la Diputación alavesa. «Todo lo que sea hacer esfuerzos para evitar la masificación del monte y que haya una recolección de autoconsumo y no abusiva, me parece bien», afirma sin ninguna duda.
Pero el problema que ve es cómo conseguir que se cumpla este decreto en un territorio tan grande como Araba. El texto aprobado ayer establece que los guardas forestales de la Diputación velarán por el cumplimiento de las normas. «Para controlar que la gente no coja más de dos kilos de hongos y frutos silvestres van a tener que involucrar a todo el guarderío de Medio Ambiente», augura este micólogo.
Su experiencia en Ultzama le dice que las medidas adoptadas el pasado año en este valle navarro han resultado «muy positivas, porque estamos consiguiendo que no se masifique el monte». No obstante, precisa que tanto la temporada pasada como la actual no están siendo nada buenas para la recolección de hongo beltza, sin duda la especie más apreciada por la gran mayoría de los micólogos aficionados. «Habrá que esperar a que venga un año muy bueno de boletus para saber cómo responde la gente», comenta este prestigioso micólogo.
En cualquier caso, Javier Gómez se muestra satisfecho porque «está habiendo un alto grado de cumplimiento de las normas por parte de las personas que acuden a Ultzama y además la gente se está concienciando de que era necesario regular la recogida de hongos y setas para ser más respetuosos no sólo con el bosque y el monte, sino con los propios frutos que nos dan».
5 euros por persona y día
En la actual temporada de recolección de hongos y setas, en el Valle de Ultzama se cobra 5 euros por persona y día, mientras que el año pasado se cobraba 5 ó 10 euros en función de las especies que se recogían. Otra novedad de este año es que se ha puesto a la venta un cupo de 200 permisos anuales al precio de 50 euros. Se han vendido todos, pero Javier Gómez reconoce que está habiendo quejas por parte de algunas personas que han adquirido esos permisos, no porque les parezca mal sino porque no están saliendo boletus. «Pero nosotros no somos los culpables», ironiza, al tiempo que comenta que ya han tenido más de 400 llamadas de personas que quieren saber si han salido ya los preciados hongos. La respuesta es negativa, y prueba de ello es que se están cotizando a 30 euros el kilo. El aspecto positivo es que, a falta de hongos, muchos recolectores se están interesando por otras setas que suelen tener olvidadas, a pesar de que también son muy sabrosas.
Una de las curiosidades del decreto aprobado ayer por la Diputación de Araba es que limita a «un manojo» por persona y día la recogida de plantas herbáceas y flores, siempre que no se trate de una especie protegida o catalogada.
Si ya de por sí va a resultar complicado controlar en todo el territorio alavés que nadie coja cada día más de dos kilos de hongos, setas o frutos silvestres, tampoco parece sencillo fijar cuánto es «un manojo», ni en peso ni en cantidad.
Como suele ser habitual, la normativa es más explícita cuando se trata de fijar la cuantía de las multas, que serán de entre 30 y 250 euros. Además, incluye el decomiso de lo recogido. Y tampoco en este aspecto ha hilado muy fino, porque no aclara el destino de los productos decomisados. ¿Se montarán exposiciones con las setas y hongos, se arrojarán al monte, sin más, o se las guisarán los guardas forestales? ¿Y si decomisan «un manojo» de flores?