El Gobierno de Siria confirmó ayer el establecimiento de relaciones diplomáticas con Líbano, según un decreto dado a conocer ayer por la agencia de noticias SANA.

El decreto está firmado por el presidente sirio, Bashar al-Asad, y establece que próximamente se instalará una embajada en Beirut, aunque no aclara cuándo se dará ese paso.

Fuentes diplomáticas en Siria señalaron que la misión del embajador sirio en Líbano será muy complicada, ya que tendrá que lidiar con los diferentes grupos políticos y religiosos que dividen el país.

Desde Líbano, la emisora Radio Líbano informó de que el ministro libanés de Asuntos Exteriores, Fauzi Saluj, viajará hoy a Damasco para examinar los mecanismos para el establecimiento de las relaciones diplomáticas.

Fuentes de la Presidencia libanesa explicaron a la agencia Efe que Líbano emitirá un decreto similar, aunque sin precisar la fecha.

Por su parte, el líder druso Walid Yumblat, miembro de la mayoría parlamentaria, aseguró que se trata de un avance positivo, que responde a las demandas del Estado libanés de mantener relaciones sanas y equilibradas con Siria.

Asuntos pendientes

Yumblat recordó que aún quedan asuntos pendientes, como el de las granjas de Chebaa, territorio disputado entre Siria, Líbano e Israel, que este último no abandonó cuando se retiró del sur del país de los cedros en mayo de 2000, tras 22 años de ocupación.

El diputado de la mayoría libanesa Samir Franyie calificó la decisión siria de histórica, porque «es la primera vez que Siria reconoce de manera formal la existencia de Líbano desde la independencia del país en los años 40».

La medida de ayer sigue al anuncio hecho el 13 de agosto pasado, cuando ambos países anunciaron un acuerdo para establecer lazos diplomáticos plenos.