Relevo en el banquillo osasunista
El «coñazo» de ser de un club modesto
Natxo MATXIN Periodista
La verdad es tozuda y siempre acaba saliendo a flote. A algunos les traicionan los micrófonos que creen estar cerrados y otros son esclavos de sus palabras, aunque no lo quieran reconocer.
Esto último le sucede -cierto es que cada vez más a menudo- a un Pachi Izco cuyo único argumento cuando se le pilla en un renuncio es recurrir a la cabezona negación de la evidencia.
Ayer mismo tuvo que hacerlo en dos ocasiones. La primera, para reconocer que no dijo la verdad en unas declaraciones a un rotativo deportivo madrileño por preservar la discreción en las negociaciones del relevo en el banquillo y la segunda, instantes después de que Camacho reconociera que se ha estado detrás de él desde hace bastante tiempo.
Ello demuestra, sin duda, que el máximo mandatario rojillo hace tiempo que está pensando más en clave de Federación española que de representante de la mayor entidad deportiva navarra. Como a Rajoy, a lo mejor resulta que a Izco ya le resulta un «coñazo» ser de un club modesto.