El Consistorio de Muskiz remitió ayer a la Viceconsejería de Medio Ambiente sus alegaciones previas a que el Gobierno de Gasteiz resuelva el procedimiento de evaluación de impacto ambiental del proyecto de la polémica planta de coque que Petronor pretende construir en su refinería. Además de declararse «incompetente» y apuntar que es el Gobierno español quien se tiene que pronunciar, el Ayuntamiento mantiene su oposición a la Unidad de Reducción de Fuel Oil (URF) por su impacto medioambiental y en la salud de los vecinos de Ezkerraldea y Meatzeta.

En las alegaciones municipales se incluye un informe jurídico y otro urbanístico. En el primero, se concluye que los gobiernos autonómicos, en virtud de la jurisprudencia que hay al respecto, no tienen competencias para autorizar o denegar proyectos o actividades relacionadas con los hidrocarburos. Es más, apunta que las declaraciones de impacto ambiental son una competencia estatal y es la Secretaría de Estado de Cambio Climático, dependiente del Ministerio español de Medio Ambiente, quien debe contestar a la solicitud de Petronor.

El otro documento enviado al Ejecutivo de Lakua está rubricado por el arquitecto municipal. En él se concluye que el proyecto de la compañía petrolera «no tiene justificación» y no cumple con las Normas Subsidiarias vigentes de Muskiz.

En declaraciones a GARA, Marcos Cuco, concejal de Medio Ambiente, estimó que en Muskiz no tiene cabida la nueva planta de Petronor, especialmente a raíz de la «presión» industrial que padece desde hace décadas la comarca. El edil de EA subrayó que el Ayuntamiento piensa «llegar hasta el final» para que la URF no se levante en su municipio.

Este pronunciamiento se produjo pocas jornadas después de que, en un tono apocalíptico, el presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, afirmase que la compañía podría desaparecer si no puede construir la planta de coque. El mensaje repetido desde hace unos meses por responsables de la filial de Repsol fue respaldado por la consejera de Industria de Lakua, Ana Agirre.

La Coordinadora Anti Coke respondió a Imaz que «es mentira» su afirmación y que su único objetivo es que la compañía incremente sus beneficios a costa de la salud de los vecinos de Abanto, Muskiz y Zierbena. La plataforma vecinal hizo suyas unas manifestaciones del alcalde muskiztarra, Gonzalo Riancho, en las que aseguró que «nuestro pueblo ya ha pagado un peaje muy importante y no podemos más, ni nosotros ni nuestros hijos».