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Presidenciales en EEUU

Obama se afianza en estados clave y hostiga a McCain hasta en sus feudos

A escasas horas del último debate televisado, las encuestas apuntaban a una victoria del demócrata Barack Obama en buena parte de los estados clave -con excepción de Ohio- y confirmaban el éxito en su ofensiva contra bastiones tradicionalmente republicanos. Con un John McCain a la defensiva, los analistas apuntan a que la preocupación por la crisis económica estaría solapando los prejuicios raciales entre el electorado blanco hacia el senador negro por Illinois.

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GARA | WASHINGTON

La elección a la Casa Blanca de Barack Obama o John McCain se decidirá en un puñado de estados, que podrían bascular al lado demócrata o republicano y decidir el vencedor.

El futuro presidente deberá lograr el apoyo de 270 de los 538 grandes electores que forman el Gran Colegio Electoral. Cada uno de los estados dispone de tantos grandes electores como de escaños al Congreso. El Distrito de Columbia, que engloba a la capital, Washington, pero que no tiene representantes en el Congreso, cuenta con tres grandes electores.

Todos los estados, excepto Maine y Nebraska, atribuyen la totalidad de sus grandes electores al candidato que logre más votos. Así, lo decisivo para un presidenciable es el número de estados en los que vence más que los votos a nivel federal. En 2000, George W. Bush fue elegido presidente pese a que obtuvo menos sufragios que su rival, el demócrata Al Gore.

Se da prácticamente por seguro, a salvo de un cataclismo total, que Obama ganará, por ejemplo, en Nueva York, Massachussets, California, Illinois... Plazas como Texas, Oklahoma, Utah... son a priori para McCain.

Así las cosas, la campaña se centra en un puñado de estados que las encuestas auguran muy disputados o en los que las victorias son históricamente alternas o por un estrecho margen.

FLORIDA.     En las elecciones del 4 de diciembre aporta 27 grandes electores. Es uno de los estados tradicionalmente más disputados. Bush sacó cinco puntos de ventaja a John Kerry en 2004. En 2000, Florida –con mucho peso del voto hispano pero también del evangélico– decidió la elección. Los resultados fueron recurridos y la Corte Suprema ordenó parar un nuevo recuento de desempate. En ese momento Bush no tenía más de 537 votos de ventaja sobre Gore. En setiembre, las encuestas daban una ligera ventaja a McCain. Las últimas auguran hasta ocho puntos de ventaja a su rival, Obama.

PENSILVANIA. Están en juego 21 grandes electores. Ganados por Kerry en 2004, es uno de los raros estados que el campo republicano aspira a hacer bascular. McCain busca la victoria amparándose en el voto de las zonas rurales, donde viven muchos blancos de clase media baja y valores conservadores reacios a votar a un candidato negro. No obstante, las encuestas dan 15 puntos de ventaja a Obama desde los bastiones urbanos, tradicionalmente demócratas. Este estado vota demócrata ininterrumpídamente desde la primera elección de Bill Clinton en 1992.

OHIO. (20 electores). La presidencia en 2004 se jugó en este estado. Bush aventajó a Kerry por 120.000 votos. Todo apunta a que Ohio volverá a ser decisivo esta vez. Desde 1944, los votantes de este estado han elegido siempre al futuro presidente, con la excepción de 1960, cuando erraron al votar al republicano Richard Nixon frente al demócrata John Kennedy.

Prototipo de los swing states (estados oscilantes), la industrial Ohio fue históricamente un bastión demócrata de la mano de sus obreros sindicados. Éso hasta que los republicanos ocuparon el terreno cedido por los demócratas con temáticas socialmente conservadoras, como el aborto o el matrimonio homosexual.

Los analistas apuntan a que los electores que desertaron de los demócratas podrían volver al redil en pleno hundimiento de la economía a raíz de la crisis financiera e inmobiliaria. Los sondeos dan 3,5 puntos de ventaja a Obama sobre McCain.

No obstante, una porción del electorado qiue eligió a Hillary Clinton en las primarias apuesta por McCain, quien ha logrado el apoyo de un importante líder sindical local. Falta le hace, porque ningún republicano ha llegado a la Casa Blanca sin ganar en Ohio.

Mark Greer, responsable de seguridad de un inmueble del centro de Youngstown, en el corazón del rust belt (cinturón de la herrumbre) -una región donde la mayor parte de las fábricas que daban empleo a millones de familias han sido cerradas o deslocalizadas- se queja de que los candidatos vienen en campaña «pero luego no regresan jamás». Greer no oculta su acuerdo con el republicano McCain en el plan para reducir la «ayuda» estadounidense al exterior y en la defensa de la invasión de Irak. «Siempre estamos ocupándonos del jardín del vecino cuando tenemos el nuestro hecho un asco». Por lo que respecta a Irak, «la guerra crea trabajo. Es terrible decirlo, pero es así», se sincera.

MISSOURI. (11 electores). Este estado, con un importante voto trabajador y evangélico, ha elegido al vencedor en todos los comicios del siglo pasado -a excepción de 1956- y en las elecciones de 2000 y 2004. Los dos candidatos libran una dura pugna con una pequeña ventaja para McCain.

COLORADO. (9 electores). Es el prototipo de estados del Far West que Obama espera bascular al lado demócrata. Si lo lograra el 4 de noviembre no dependería forzosamente de estados con mayor peso electoral como los anteriormente reseñados.

Bastión republicano en los últimos 40 años, en 2004 Bush logró la victoria en Colorado con escasos cinco puntos de ventaja, pero este estado, con una importante minoría hispana, podría votar demócrata. Las últimas encuestas auguran a Obama una ventaja de entre seis y nueve puntos. Una distancia que los analistas consideran insalvable a no ser que asistamos a un error histórico de este tipo de sondeos. El candidato negro gana incluso a McCain por un punto en las preferencias del electorado blanco en este estado occidental.

NUEVO MÉXICO. (5) Votó a Gore en 2000 pero basculó a favor de George W. Bush cuatro años más tarde por un escasísimo margen. Los hispanos representan la mitad de la población y su voto será decisivo, Las últimas encuestas dan como favorito a Obama.

NEVADA. (5) Sociológicamente similar a los dos anteriores, participa con ellos en las buenas expectativas para Obama, que se explican en parte en estos tres estados del sudoeste de EEUU por fenómenos de cambio demográfico ligados a la gran movilidad geográfica vigente en el país. Cambio demográfico que beneficiaría a las posiciones más progresistas frente al voto evangélico, tradicionalmente fuerte en estos estados. El candidato demócrata llega a pisar los talones a McCain en Montana, feudo republicano.

McCain, a la desesperada

El candidato republicano está dispuesto a vender cara su piel y ha pasado a la ofensiva, tanto en feudos tradicionalmente republicanos como en bastiones históricamente demócratas.

WISCONSIN. (10 electores). Representa la ofensiva de McCain en el Medio Oeste. Sometido a un lento pero imparable proceso de disminución de los puestos de trabajo, ha sido feudo demócrata ininterrumpídamente desde la victoria del republicano Ronald Reagan en 1984. El intento de McCain de pinchar hueso en terreno hostil no parece estar dando resultados, a tenor de las encuestas, que dan hasta 16 puntos de ventaja al senador negro.

CAROLINA DEL NORTE. (15) Un ejemplo de feudo republicano en peligro. No ha votado por un candidato demócrata desde Jimmy Carter en 1976. Los sondeos dan una victoria por la mínima a Obama. McCain ha hecho un llamamiento desesperado a su electorado para una movilización general. «Quedan 20 días para las elecciones. Los medios de comunicación nacional nos han descalificado ya. El senador Obama mide ya las cortinas de la Casa Blanca. Pero se han olvidado de que es a vosotros a quienes toca decidir», imploró recientemente.

VIRGINIA. (13 votos). Similar SOS ha lanzado McCain en este estado, hasta ahora republicano, pero en este caso influyen factores geográficos y demográficos. El extremo nordeste de este estado es en realidad una parte del extrarradio sur de Washington, y registra un incremento del voto demócrata de la mano de la llegada de un electorado urbano joven. Las encuestas dan una ventaja de alrededor de 10 puntos a Obama.

Obama y la táctica del sitio

De la mano de la ola creada por la crisis global del sistema económico estadounidense, el candidato negro responde con su estrategia de lanzarse al asalto de feudos considerados intocables por los republicanos.

INDIANA. (13 votos electorales)

Un caso paradigmático es el de Indiana, donde no gana un demócrata desde Lyndon B. Johnson en 1964, presidenciales marcadas por la muerte en atentado de su antecesor, John Kennedy. Bush sacó en este estado veinte puntos de ventaja a Kerry en 2004. Cuatro años y todo un abismo después, McCain va perdiendo apoyos y amarra a duras penas una ventaja de escasos dos puntos, muy por debajo del 5% reservado al margen de error.

GEORGIA. (15 votos electorales). El caso de este estado, otro bastión tradicionalmente republicano y donde Bush logró 17 puntos de ventaja en 2004, resulta paradigmático, su aspirante a sucederle cuenta con una ventaja de tan solo ocho puntos según las últimas encuestas. McCain está obligado a jugar a la defensiva en estados que consideraba seguros. Eso no quiere decir que vaya a perderlos pero le obligará a invertir menos tiempo y dinero en los estados considerados claves.

Por contra, las encuestas apuntan a que la preocupación por la crisis económica habría superado los prejuicios raciales a favor de Obama.

14 puntos

Según una encuesta dada a conocer ayer por la CBS, Obama contaría con una ventaja de 14 puntos porcentuales sobre su rival, Es la máxima diferencia apuntada por una encuesta y se conoció horas antes del tercer y último debate.

dinero no les falta

Las cuentas de ambos candidatos no saben de crisis y el dinero sigue afluyendo a raudales a sus campañas. McCain ha aceptado recibir subvenciones públicas, al contrario que Obama, quien continúa en cabeza en las recaudaciones.

voluntarios

En un momento frenético a menos de tres semanas de las elecciones, los voluntarios de ambos campos han sido totalmente movilizados para tratar de concitar el voto a través de campañas telefónicas o en visitas puerta a puerta.

último debate

Ambos candidatos tenían previsto celebrar ayer su tercer y último debate televisado. En esta ocasión compartían mesa y debían responder a las preguntas de un moderador sobre cuestiones económicas y de política interior.

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