Las labores de búsqueda de María Puy Pérez Ezpeleta, de 50 años de edad y vecina de Lizarra, se reanudaron a las 9.00 de ayer y continuaron durante todo el día, pero sin resultados.

La búsqueda se centró principalmente en los alrededores de Lizarra y en el cauce del río Ega, y en días anteriores se han estado rastreando diversos parajes de la sierra de Urbasa, algunos vertederos y el pantano de Allotz, en este caso mediante el uso de lanchas. A última hora de la tarde de ayer fuentes de la Policía Foral informaron de que todavía no se había encontrado rastro alguno de la mujer desaparecida.

El dispositivo para tratar de localizar a María Puy Pérez estuvo integrado por agentes de la Policía Foral y de la Guardia Civil, así como miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de este último cuerpo, bomberos de Lizarra y del Grupo de Rescate Acuático de la Agencia Navarra de Emergencias. La zona de Lizarra y sus alrededores también fue sobrevolada por un helicóptero de la Guardia Civil.

Los responsables de estos cuerpos, así como familiares de María Puy Pérez, han solicitado la colaboración ciudadana para aportar cualquier dato que sirva para localizar a esta mujer, que mide 1,65 metros y es de complexión normal.

Natural de Lodosa

Su desaparición fue denunciada el domingo al mediodía por sus familiares en la oficina de la Policía Foral de Lizarra. Según relataron, María Puy Pérez no había acudido a la cita con una amiga para comer juntas, por lo que decidieron acudir a su vivienda. Allí comprobaron que tanto su documentación como sus ropas estaban intactas, y más tarde constataron que tampoco asistió a ver a su hijo a un partido de fútbol.

Un día después, el lunes, fue arrestado su ex compañero, J.M.M., de 51 años de edad y natural de Lodosa, donde es más conocido como Zapatones. La Policía Foral le acusó de haber incumplido una orden de alejamiento dictada en un procedimiento relacionado con la violencia machista, medida que al parecer incumplió el sábado día 11, es decir, el mismo día que desapareció María Puy Pérez.

J.M.M. continuaba ayer detenido en dependencias de la Policía Foral en Iruñea, donde no había realizado ninguna declaración en relación con su ex compañera. Fuentes de este cuerpo explicaron que, mientras no aparezca el cuerpo de María Puy Pérez, formalmente no se puede hablar de delito y no se puede acusar a nadie de su desaparición. Hoy por la mañana, al cumplirse las 72 horas de su arresto, J.M.M. será puesto a disposición del Juzgado de Instrucción nº 1 de Lizarra, que ha decretado el secreto de las actuaciones en torno a este caso.

7 casos de muertes violentas

Desde que el 23 de octubre de 2007 resultase muerto de dos disparos el ciudadano argelino Djamel Mechahougui, en Cintruénigo, se han producido en Nafarroa siete casos de muertes violentas. Así, el 18 de enero de este año fue degollada en el barrio iruindarra de Arrosadia la joven brasileña de 20 años Tatiela de Sousa. Fue detenido su compañero Thiago Rosa, que posteriormente se suicidó en la cárcel de Iruñea. El 6 de febrero, dos niños de 3 y 7 años murieron en Mutiloagoiti tras ser envenenados por su madre, que se encontraba en trámites de divorcio. El 3 de marzo falleció en Artajona Felipe Osés Ajona, de 54 años, tras ser golpeado por un cuñado suyo con una azada. Nada más comenzar los Sanfermines, fue asfixiada Nagore Laffage Casasola, de 20 años y natural de Irun. Y el pasado día 10 murió Rubén Abel Iribarren, de 56 años, que había intentado suicidarse en la cárcel de Iruñea tras ser acusado de intentar matar a su mujer en Sarriguren.