El padre Marc Aillet fue nombrado ayer como obispo de Baiona, Lescar y Olorón por el papa Benedicto XVI. Antiguo vicario general de Fréjus-Toulon, en la costa mediterránea, será el nuevo prelado superior de la diócesis de Baiona. Aillet será ordenado el próximo 30 de noviembre en la catedral de la capital labortana.

«Conozco poco vuestra bella diócesis, lo justo para saber que ha sido mimada por el creador y que sus diversidades humanas y culturales, al igual que sus fuertes tradiciones cristianas, son de una gran riqueza», fueron las palabras de bienvenida del nuevo obispo. Aillet también hizo un llamamiento expreso a los «habitantes del País Vasco y el Bearno, de los cuales sé que tienen un fuerte arraigo cultural; me haréis descubrir vuestro bello país, vuestras tradiciones y vuestra rica cultura».

El nombramiento de Aillet sigue la estela de la designación de Mario Iceta como obispo auxiliar de Bilbo. Ambos desconocían al ser elegidos los entresijos de sus nuevas diócesis.

Pierre Molères, el hasta ayer obispo de Baiona, presentó y dio la bienvenida al nuevo prelado: «Yo he apreciado la gran acogida y la felicidad de ser vuestro obispo; con el corazón en la mano le deseo a mi joven hermano y sucesor el obispo Marc la misma felicidad».

Nacido el 15 de abril de 1957, Marc Aillet hizo sus estudios secundarios en el colegio oratorio Massillon de París. Después de comenzar sus estudios de Medicina, entró en la comunidad San Martín en Gênes.

Fue ordenado el 3 de julio de 1982 y entró en el presbiterio de la diócesis de Fréjus-Toulon en la Costa Azul. Doctor en Teología por la Universidad de Friburgo, fue nombrado capellán del Liceo en San Rafael. También fue profesor de Teología Moral en el Gran Seminario de Fréjus durante siete años y rector del Stadium de la comunidad de Blois seis años. Antes de ser nombrado obispo fue titular de la parroquia de San Rafael durante siete años y vicario general de Monseñor Rey en la diócesis de Fréjus-Toulon desde 2002.