El Tribunal Superior de Justicia del Pa�s Vasco ha ordenado a la Diputaci�n de Araba que indemnice a la mujer a quien un oso arranc� una pierna dentro del recinto del Parque Educativo del Ebro, en la localidad de Sobron. Considera que debi� haber cerrado esas instalaciones porque incumpl�an la normativa sobre animales peligrosos.

La sentencia, que es firme y sobre la que no cabe interponer recurso, atiende en parte a la petici�n de la v�ctima y su familia, que reclamaban a la instituci�n foral, al Ayuntamiento de Lantaron y a los responsables de las instalaciones casi un mill�n de euros por �negligente actuaci�n y dejadez� en el control de estos animales.

Seg�n relatan en la demanda, la mujer se encontraba de vacaciones con su marido y dos hijos, el 11 de julio de 1999, cuando se resbal� al pasar cerca de una jaula en cuyo interior hab�a dos osos. Uno de los plant�grados sac� la zarpa entre los barrotes, alcanz� una de las piernas de la mujer, tir� de ella has- ta introducirla en su habit�culo y all� le destroz� una pierna que debi� ser amputada.

A las secuelas f�sicas y s�quicas de la mujer se les suman los da�os sicol�gicos que padecieron el marido y los dos hijos de la v�ctima al presenciar el accidente.

La sentencia desestima un acuerdo de la Diputaci�n foral por el que se acordaba no atender la reclamaci�n de la v�ctima, y, as�, el tribunal obliga tanto a la instituci�n alavesa como a la Fundaci�n para el Fomento de la Educaci�n Ambiental, que gestionaba el parque, a indemnizar solidariamente a los demandantes con la cantidad de 245.616 euros, a la que debe aplicarse el incremento del precio que ha habido a lo largo de estos �ltimos ocho a�os.

Lantaron, eximido

El fallo exime de la indemnizaci�n al Ayuntamiento de Lantaron, ya que desde su competencia hab�a realizado varias ac- tuaciones encaminadas a que se cerrara el parque.

Por contra, la sentencia estima que la actuaci�n de la Diputaci�n fue �tard�a e insuficiente� para impedir el accidente, y que permiti� que continuara la actividad en el parque pese al �deficiente funcionamiento� y al escaso control existente.

Destaca, adem�s, que pese a conocer esta situaci�n, en 1996 la instituci�n foral permiti� la actividad zool�gica, lo que deriv� en el ataque a la mujer.

En cuanto a la Fundaci�n para el Fomento de la Educaci�n Ambiental, el TSJPV le imputa tener las instalaciones �en estado lamentable�, as� como �la falta de medidas de seguridad de los animales�. Entre otros detalles, cita que las jaulas ten�an huecos por los cuales los osos pod�an sacar las zarpas y llegar a alcanzar objetos situados a unos 40 cent�metros de distancia. As� se constat� en una diligencia judicial realizada dos a�os m�s tarde, en 2001.

Se da la circunstancia de que quien dirig�a ese centro, Jos� Ignacio Aresti, falleci� a�os m�s tarde atacado por sus propios osos, y la Sala entiende que sus dos hijos no est�n obligados a indemnizar a la mujer dado que no aceptaron la herencia de su padre.