Iñigo Urkullu trató ayer de realzar el preacuerdo presupuestario con el PSOE que salva al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero de su primer batacazo en la legislatura a cambio de gestionar una parte de la competencia que debería hacerlo desde hace años Lakua y de una aportación económica de 85 millones de euros. Esta cantidad es menos de la mitad de los 190 millones que ya gasta el Gobierno de Gasteiz en 2008 en investigación sin tener la transferencia.

El presidente de EBB insistió en su lectura de que la competencia en I-D+i es en «exclusiva» y no «concurrente» como matizó el viernes el portavoz del PSE, Rodoldo Ares. «Competencia exclusiva, que no obvia la coordinación con el Estado. Si analizan el artículo 10.16 del Estatuto de Autonomía no encontrarán la palabra concurrente», puntualizó Urkullu en un acto con motivo del vigésimo aniversario de la Fundación Sabino Arana.

El dirigente jeltzale deseó que «todo lo hablado hasta el momento» se concrete antes de la aprobación definitiva de las cuentas públicas. Sin embargo, alertó de que, en el caso de que eso no suceda, «tenemos la libertad para apoyar otras enmiendas a la totalidad que se hayan presentado».

Está previsto que las negociaciones para cerrar definitivamente el preacuerdo continúen a lo largo de la semana y que sea previsiblemente el día 27, cuando haya un pacto definitivo.

El presidente del PNV subrayó que su formación no va a aceptar nada que no sea lo que se determinó el viernes y mostró su «tristeza» por que desde el PSE se quiera disminuir la importancia de la consecución de un instrumento como es la investigación, que -destacó- va a beneficiar al desarrollo de la CAV.

Urkullu reconoció que probablemente el PSOE «habría deseado tener que negociar muchísimo menos y el PNV un poquito más», al tiempo que destacó que su partido es «muy consciente de la realidad en la que vive» a pesar de que podía, según indicó, haber puesto «encima de la mesa las vísceras por todo lo que sufrimos del PSOE, el PSE y el Gobierno español en los últimos tiempos».

En Santiago de Compostela, José Luis Rodríguez Zapatero no ocultó su satisfacción por la sintonía alcanzada con los jeltzales y BNG. Además, garantizó que todos los gobiernos autonómicos y municipales, sean del color político que sean, podrán sacar adelante sus presupuestos con la colaboración del PSOE, «por el interés de España».

«Recelo» y crítica

Desde las fuerzas que integran el Gobierno tripartito, el secretario general de Comunicación de Eusko Alkartasuna, Mikel Irujo, confesó que han recogido con «gran recelo» el preacuerdo, aunque reconoció que tiene «aspectos positivos».

El portavoz de EA puso como ejemplo que en el pacto PNV-PSOE «no se menciona absolutamente nada en relación con la transferencia de la Seguridad Social, una transferencia recogida desde siempre en el Estatuto de Gernika y que hemos considerado desde el nacionalismo vasco como una de las claves en el ámbito competencial».

Irujo consideró que el acuerdo en investigación es una «cesión de fondos», lo que, en su opinión, significa «devaluar el Estatuto de Gernika». «No podemos llegar a un acuerdo estrictamente monetario. Lo primero es la reivindicación como país y la dignidad de 30 años de reivindicaciones», agregó.

La portavoz de Ezker Abertzalea en la Cámara de Gasteiz, Nekane Erauskin, criticó que el PNV apoye unas cuentas que «marcan la dirección política del Gobierno Zapatero». La parlamentaria independentista se preguntó «qué ha conseguido» el principio de acuerdo presupuestaria entre jeltzales y PSOE «para las personas que no llegan a final de mes».