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La Orquesta de Euskadi atrajo a unos dos mil espectadores en Madrid

La Orquesta Sinfónica de Euskadi actuó la noche del viernes en el Auditorio Nacional de Madrid, que esta temporada celebra su 20 cumpleaños, y lo hace programando un Ciclo de Orquestas que la OSE se ha encargado de inaugurar. La orquesta vasca llegó a Madrid acompañada del conocido director inglés Christopher Hogwood y de la soprano tolosarra Ainhoa Arteta, que fue el gancho que atrajo hasta el auditorio a un numeroso público popular.
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Mikel CHAMIZO | MADRID

El pasado viernes, la Orquesta Sinfónica de Euskadi fue la protagonista de las noches musicales madrileñas. El Auditorio Nacional, diseñado por García de Paredes e inaugurado en 1988, está celebrando sus veinte años de actividad y para ello ha programado una serie de conciertos extraordinarios y gratuitos durante el mes de octubre. Uno de los proyectos más llamativos es el Ciclo de Orquestas, que llevará hasta Madrid a agrupaciones procedentes de todos los rincones del Estado español. La Sinfónica de Euskadi ha sido la encargada de inaugurar ese ciclo, y lo hizo en un recital con suficientes atractivos como para llenar un ochenta por ciento del aforo de la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional (más de 2.300 localidades), a una hora tan intempestiva para un concierto sinfónico como son las diez y media de la noche. La cita, además, contó con la presencia de algunas personalidades de la política y cultura de Euskal Herria, que se desplazaron hasta Madrid para apoyar la embajada musical vasca. Por allí se pudo ver a Miren Azkarate, a Ramón Jauregui o a Joseba Agirretxea, además de al actor Xabier Elorriaga o a Miguel Zugaza, actual director del Museo del Prado.

Ainhoa Arteta

El programa que la OSE ofreció en Madrid fue casi el mismo que muchos abonados de Euskal Herria pudieron disfrutar días antes en nuestros auditorios, en torno a música de Mendelsohn, Richard Strauss y Elgar, y con idénticos protagonistas, Ainhoa Arteta y el director inglés Christopher Hogwood. La única diferencia obedeció a la política que sigue el Auditorio Nacional de programar un mínimo de músicas contemporáneas de autores del Estado español, medida, bastante polémica por cierto, tomada por el nuevo director artístico del coliseo, el también compositor José Manuel López-López. En cualquier caso, el elegido por la OSE para su presentación en Madrid fue el zarauztarra Ramón Lazkano, de prestigio bien asentado en toda Europa y que, en las últimas temporadas, ha tenido estrenos de importancia también en Madrid.

La obra escogida fue «Hilarriak», y fue el propio Lazkano quien dirigió dos de sus movimientos, la sepulcral `Beltza' y la epatantemente vigorosa `Urdina', que dejó a parte del público clavado en sus asientos, provocando comentarios de todo tipo. Pero antes de «Hillariak», en la primera parte del recital, actuó quien era seguramente el principal gancho de la velada para el público, no muy entendido, que acudió al auditorio: la soprano tolosarra Ainhoa Arteta, que cantó un repertorio que hasta hace pocos meses nadie pensaba que fuera a abordar, las «Cuatro últimas canciones» de Richard Strauss.

Extraordinariamente arreglada y con un vestido espectacular -puede parecer frivolidad hablar de esto, pero siempre me sorprende hasta qué punto cuida su imagen la cantante tolosarra, perfectamente consciente de que es un personaje mediático y de hasta qué punto depende su carrera de esta fama popular-, Arteta interpretó las emocionalmente complejísimas «Cuatro últimas canciones» de Strauss con voz grande, brillantez y confianza, pero todavía es demasiado joven para extraer todos los matices psicológicos a estas piezas tan cercanas a la experiencia de la muerte. Ya en la segunda parte, Arteta cedió el protagonismo a la OSE y a Hogwood, que pudieron lucirse -a pesar de las constantes interrupciones de una concurrencia obstinada en aplaudir donde no debía- con una «Variaciones Enigma» de Elgar repletas de elegancia y flema inglesa. A su término, el público, aparentemente contento, estiró los aplausos en busca de un bis que finalmente no tuvo lugar.

PROGRAMA IDÉNTICO

El programa que la OSE ofreció en Madrid fue casi el mismo que muchos abonados de Euskal Herria pudieron disfrutar días antes en nuestros auditorios, en torno a música de Mendelsohn, Richard Strauss y Elgar.

GANCHO PRINCIPAL

Ainhoa Arteta fue el gancho principal para el público que acudió al auditorio. La tolosarra cantó un repertorio que hasta hace poco nadie pensaba que fuera a abordar, las «Cuatro últimas canciones» de Richard Strauss.

Promoconcert vuelve a ser ninguneada, esta vez por López-López

Promoconcert está especializada en organizar conciertos de repertorio popular con orquestas de tercera fila. Hace unos años se vivió en Donostia una situación vergonzosa cuando varios peces gordos musicales de la ciudad orquestaron una campaña mediática en su contra, que retiró su programación del Kursaal a pesar de ejercer una actividad lícita. Recientemente se armó otra gorda entre Promoconcert y el director del Auditorio Nacional, José Manuel López-López, a quien la promotora acusa de obstaculizar su acceso a la programación. La cosa tiene pinta de acabar en tribunales y destituciones. M. CHAMIZO

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