Tiempos revueltos y propicios para las sorpresas
Dabid LAZKANOITURBURU | Periodista
Poco nuevo se puede decir - todo queda por sufrir- tras el estallido de la burbuja financiero-inmobiliaria en el corazón del capitalismo global.
Espectadores hipotecados de unos sucesos históricos, vemos cómo cargan a nuestra paupérrima cuenta unos planes de rescate billonarios al lado de los cuáles el dinero para acabar con el hambre en el mundo es pecata minuta, calderilla que los ahora rescatados hacen tintinear en sus bolsillos pero que nunca sueltan.
Escarmentados, a estas alturas ya ni nos sorprende que estos planes sean jaleados a coro y por igual por liberales y socialdemócratas, por keynesianos que por darwinistas.
En los escasos momentos de lucidez nos preguntamos qué será lo siguiente. ¿Un negro a la Casa Blanca? Anda ya...
Pues las encuestas -traicioneras ellas- así lo apuntan. Y hago votos por ello, sólo sea para no tener que pedir un rescate y sufragar así las cenas que, vasco que es uno, llevo apostadas contra McCain.
Para desgracia de este último, en tiempos revueltos no hay nada como sacar, aunque no sea blanco, un conejo de la chistera del sistema, que ha mostrado en su larga historia una flexibilidad que para sí hubiesen querido todos los socialismos que realmente han existido.
Y si pierde Obama recuperaré, para el futuro, la capacidad de asombro. Esa virtud que, aseguran, distingue al ser humano del banquero.