GARA > Idatzia > > Kultura

«El criterio para escoger músicas ha de ser la calidad, nunca la nacionalidad»

p042_f01_148x152.jpg

Javier Perianes

Pianista

El joven pianista Javier Perianes, que actuó en la última Quincena Musical donostiarra y que durante esta temporada va a actuar también junto a las orquestas de Euskal Herria, se está convirtiendo rápidamente en el pianista del Estado español con mayor proyección internacional, con actuaciones recientes en lugares tan diversos como Toulouse, Vancouver o Tokio.

Mikel CHAMIZO | DONOSTIA

Javier Perianes es uno de los valores más solidos de nuestro pianismo en los últimos años. Se le auguraba un brillante futuro cuando fue ganando concursos como el de Jaén o el Jacinto Guerrero, pero hoy en día el pianista de Nerva, con 29 años, tiene ya encaminada su carrera internacional.

Es usted es un pianista de un estilo personal, con un acercamiento muy concienzudo a la sonoridad y al timbre del instrumento. ¿Es la calidad del sonido una de sus preocupaciones a la hora de componer?

Siempre lo ha sido. Ha sido una máxima de todos y cada uno de mis maestros dar una gran importancia al cuidado del sonido y al toque, tanto en los fortes como en los pianisimi, anteponer los ataques horizontales a la violencia que puede suponer un ataque vertical al teclado. Pero el sonido es sólo un mero instrumento, una herramienta técnica más para llegar a la esencia de la obra.

Ha recibido instrucción e inspiración de Daniel Barenboim, Richard Goode y Alicia de Larrocha. Pero su formación es básicamente española. ¿Quién ha sido su principal influencia a lo largo de su carrera?

No puedo considerar a esos grandes maestros que usted cita como mis profesores, sino más bien como referentes y personalidades de las que he tenido la suerte y el privilegio de recibir valiosos consejos en muchos ámbitos. Mi formación es fundamentalmente española y siempre lo he comentado. He tenido una gran fortuna con los profesores que han guiado mi formación, y muy especialmente Ana Guijarro y Josep Colom, que han ejercido una influencia decisiva en mi carrera. Han sido y son un magnífico espejo en el que mirarse, además de encontrar en ellos nexos de unión formativos en muchos ámbitos, como el del sonido.

Sus grabaciones más destacadas hasta la fecha abordan a Schubert y Mompou.

La idea de grabar Mompou es responsabilidad compartida de Harmonia Mundi y mía. Nos pareció que como presentación con la compañía era una buena idea abordar un compositor español como Mompou en una de sus obras cumbres para el piano como es la «Música Callada». Schubert ha supuesto una apuesta más arriesgada con repertorio internacional y agradezco mucho a la compañía su confianza. Ambos compositores me interesen de manera muy especial. Son músicos que escriben, como decía Beethoven, «desde el alma para el alma».

Los pocos intérpretes de talla internacional que han salido del Estado español, en la mayoría de los casos, no han tenido un gran interés por defender la creación musical estatal contemporánea. ¿Cuál va a ser su actitud al respecto?

Aquí podría aplicar la misma máxima que con anterioridad he expresado. La buena música no necesita ser defendida y en el caso de la música actual, ya sea española o extranjera, podemos encontrar verdaderas joyas. Tanto en mi repertorio de estos últimos años como en los programas de futuros compromisos figuran obras de compositores como Gubaidulina, Kurtag, Ligeti, Tippet, Sánchez Verdú, Zárate, etc. El criterio para incluir obras en el repertorio siempre será la calidad, nunca la nacionalidad o la fecha de composición.

 
Bajo la tutela de Barenboim

Aunque en estos momentos está agotado en el Estado español, existe en el mercado discográfico un pack de DVDs titulado «Barenboim on Beethoven», que incluye la integral de las sonatas para piano de Beethoven por el pianista argentino, uno de los grandes intérpretes beethovenianos del último medio siglo. Una de las joyas del pack, sin embargo, son los extras que acompañan a la integral: unas clases magistrales sobre Beethoven que Daniel Barenboim impartió en Chicago a jóvenes talentos como Shai Wosner, Alessio Bax, Jonathan Biss, David Kadouch, Saleem Abboud Ashkar, Lang Lang y, también, Javier Perianes. El visionado de la clase es esclarecedora de la forma de tocar de ambos: Perianes aborda la «Sonata nº31» de una forma extremadamente detallista y delicada; Barenboim le exige autoridad, que toque a Beethoven de una manera afirmativa, en el que cada final de frase no es un final sino el inicio de algo nuevo. Los consejos de Barenboim son sabios, desde luego, pero durante el transcurso de la clase uno tiene la sensación de que el maestro no llega a entender al alumno. El carácter un tanto agresivo de Barenboim es ajeno a Perianes, que se está haciendo conocido gracias a la gran elegancia de sus interpretaciones y a un sonido casi hechizante.

No obstante, Perianes opina que aquella Masterclass le marcó profundamente y que «el acercamiento que ahora puedo tener hacia Beethoven, más que cambiar, se ha enriquecido extraordinariamente». El contancto con Barenboim, además, se ha traducido en algunas oportunidades profesionales, como cuando el argentino le invitó a tocar con él un «Emperador». «El Maestro ha sido extraordinariamente generoso conmigo y es algo que siempre le agradeceré. Siempre ha tenido palabras de aliento y sus recomendaciones en muchos lugares me han sido de enorme ayuda para conseguir ese impulso internacional», apunta. M.CH.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo