Primera vez que los rojillos no han conseguido ganar en la máxima categoría antes de la octava jornada
Nunca antes una victoria liguera se había hecho tanto de rogar
En las peores temporadas -1986-87 y 1993-94-, los rojillos ya habían alcanzado su primer triunfo para la séptima jornada liguera. Como dato lógico y curioso, en ambas campañas hubo relevo en el banquillo osasunista, tal y como ya se ha producido en la presente.
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Confiando en que sea el sábado ante el Betis, el primer triunfo liguero de Osasuna en la presente campaña va a ser el más caro que haya conseguido hasta ahora en su historia en Primera. Nunca antes en su trayectoria en la máxima categoría del fútbol estatal le había costado tantas jornadas subir su primer triunfo al casillero.
Con la derrota cosechada anteayer en El Molinón, la escuadra navarra consiguió, de paso, batir un récord negativo, al llegar a la octava jornada de la competición de la regularidad sin todavía haber sumado un triple (o doble, cuando las victorias valían dos puntos). Sólo en dos anteriores temporadas -una de ellas, de infausto recuerdo, como fue el último descenso- se estuvo rozando dicha marca, pero se acabó obteniendo un triunfo al séptimo encuentro disputado.
Al igual que en la presente, en la 1986-87 también hubo un cambio de entrenador. Fue la última de Ivan Brzic dirigiendo los designios deportivos de Osasuna. El técnico serbio había llevado al equipo a jugar la UEFA por primera vez en su historia, pero el ciclo se había acabado. Las dificultades para superar a los rivales no fueron sino una premonición de su despido.
Por aquel entonces, fue Bustingorri quien remedió la inicial sequía de triunfos, con un solitario gol que permitió a Osasuna imponerse sobre el Real Madrid, con todo lo que de balsá- mico supone para la afición rojilla imponerse a los merengues. Curiosamente, en aquel equipo jugaba de titular el actual técnico, José Antonio Camacho, acompañado de jugadores de la talla de Butragueño, Hugo Sánchez o Valdano.
Mal presagio en la 93-94
También en la 93-94 se tuvo que esperar hasta el séptimo partido para poder disfrutar de la primera victoria osasunista. Desgraciadamente, aquel año no fue sino el mal presagio del decepcionante final que se avecinaba y que acabó con el último descenso del club a Segunda.
El crédito de un Pedro Mari Zabalza que había conseguido aupar a los rojillos hasta la cuarta plaza liguera, hito sin pre- cedentes, comenzaba a extinguirse y el mal comienzo de temporada confirmó tal situación. San Mamés fue el estadio talismán en el que se estrenó Osasuna gracias a otro tanto de Bustingorri y un segundo de Martín Domínguez.
La derrota en El Molinón no hizo sino confirmar el signo de la gran mayoría de técnicos que se han estrenado con Osasuna en Primera División y que han acabado perdiendo el primer partido en el que se sientan en el banquillo rojillo.
A diferencia de la leyenda futbolística que garantiza un triple con el cambio de entrenador, Camacho refrendó la trayectoria de sus antecesores en el cargo y que viene prolongándose en la historia reciente del club navarro en casi todos los casos, aunque también se han dado algunas honrosas excepciones.
De ellas, a destacar solamente dos. Las que protagonizaron Enrique Orizaola cuando en la campaña 62-63 logró imponerse en la jornada inaugural al Elche por 3-0 y el debut en Primera de un Pepe Alzate que había ascendido a los suyos y que se estrenó al máximo nivel con una victoria (1-0) ante el Las Palmas en la temporada 1980-81.
Del resto de preparadores que han dirigido al club rojillo desde los años cincuenta -hablamos siempre de la Primera División-, ninguno de ellos consiguió iniciar su periplo con un triunfo. En aquella década no lo hicieron Tomás Arnanz, Baltasar Albéniz, Sabino Barinaga, Ignacio Eizagirre ni Jesús Salvatierra.
No corrió mejor suerte Miguel Gual en los sesenta o, ya llegada la década de los ochenta, Ivan Brzic, Pedro Mari Zabalza o Enrique Martín, ya en los noventa. Más recientemente, tampoco Miguel Ángel Lotina -perdió ante el Celta-, el mexicano Javier Aguirre -empató contra el Villarreal- o José Ángel Ziganda -cayó con el Getafe- se estrenaron con una victoria.
El club presentará alegaciones y un video a la tarjeta roja que vío Roversio tras cometer penalti sobre Bilic. Desde las instancias del club navarro se va a intentar rebatir la apreciación de Medina Cantalejo en su acta arbitral respecto a que consideró la jugada como «ocasión manifiesta de gol». Si no se retira el partido de sanción, se recurrirá ante Apelación.
El partido de ida copero que enfrentará a Getafe y Osasuna se disputará el miércoles, día 29, a partir de las 21.00 en el Coliseum Alfonso Pérez, quedando pendiente el horario para el de vuelta. Por otro lado, la plantilla osasunista no tendrá descanso hoy -ni en toda la semana-, como solía ser habitual, sino que entrenará en sesión matinal, a las 10.30.