Las últimas victorias en sus respectivos estadios de Eibar y Deportivo Alavés han instalado a estos dos conjuntos en la zona cómoda de la Segunda División. De hecho, el Glorioso es el mejor equipo vasco de la categoría, en novena plaza con 12 puntos, uno más que un Eibar que respiraba aire puro tras derrotar por 1-0 al Córdoba.

Así las cosas, el reencuentro del conjunto armero con la victoria resultó «importantísimo», en opinión del capitán del equipo guipuzcoano, Ander Alaña, consciente del ambiente de nerviosismo que estaba calando en la plantilla eibarresa.

«Sacamos adelante un partido que para nosotros era vital», reconocía el central ya que, después de cinco jornadas de frustraciones, la moral de los azulgranas corría el riesgo de verse afectada.

«El equipo estuvo bien, se sufrió muchísimo y todos estuvimos en la dinámica de trabajo y esfuerzo», dijo Alaña, quien ha expresó su satisfacción por recuperar la titularidad tras varias semanas de ausencia.

El calendario se complica ahora para los eibarreses, con salidas a Vallecas, Anoeta y La Romareda a priori poco propicias, si bien el defensa le ha restado importancia y ha recordado que «ésta es una categoría muy complicada y cualquier partido es difícil».

Para el duelo del estadio Teresa Rivero es dudosa la participación de Pampín, Codina e Insa, que ayer no entrenaron con sus compañeros en la primera sesión semanal.

Igor, sin rotura

Por su parte, el Deportivo Alavés se dio un homenaje tras ganar 4-1 al Murcia. El siguiente reto de los de Salmerón será obtener un triunfo fuera de Mendizorrotza, donde sólo suma dos puntos.

Asimismo, parece que la lesión que se produjo Igor el sábado reviste menos gravedad que lo que se temía. Las prebas descartaron una rotura de fibras en el gemelo.