Cinco niños y dos soldados alemanes mueren en un atentado en Afganistán
GARA |
Cinco niños y dos soldados alemanes murieron ayer en un atentado suicida reivindicado por los talibán contra una patrulla de la OTAN en Kunduz, al norte de Afganistán, informaron fuentes militares.
«Dos soldados de la ISAF y cinco niños han muerto en un atentado suicida en la provincia de Kunduz el 20 de octubre. Un soldado y un civil han resultado heridos», anunció la OTAN en un comunicado.
La OTAN no precisó de qué nacionalidad eran los soldados fallecidos, pero el Ministerio alemán de Defensa anunció que el atentado tenía como objetivo a los soldados de la Bundeswehr.
El gobernador de la provincia de Kunduz, Mohammad Omar, confirmó el balance de la OTAN.
«A las 13.30 [11.00, hora de Euskal Herria], un atentado suicida ha atacado una patrulla alemana en una carretera principal del distrito de Chahar-Dara de la provincia de Kunduz. Cinco niños y dos soldados alemanes han muerto», explicó Omar a France Presse.
Dos sospechosos fueron detenidos, añadió.
El atentado fue reivindicado por un portavoz de los talibán, Zabiullah Mujahid.
El presidente afgano, Hamid Karzai, condenó vivamente este atentado que «ha martirizado cinco civiles inocentes».
«El pueblo de Afganistán agradece a los soldados alemanes que han recorrido miles de kilómetros para venir a participar en la seguridad y en la reconstrucción de Afganistán y se siente fuertemente afectado por estas pérdidas», añadió Karzai.
Proselitismo cristiano
Por otra parte, los talibán reivindicaron la muerte el lunes de una ciudadana británico-sudafricana empleada por una asociación de ayuda a los discapacitados y que fue acusada de «predicar el cristianismo».
Gayle Williams, de 34 años, empleada en la ONG británica Serve Afghanistan, murió tras ser disparado por dos hombres que circulaban en moto por el oeste de Kabul.
«Hemos asesinado a esta extranjera en Kabul, asumimos la responsabilidad. La hemos matado porque trabajaba para una organización que predicaba el cristianismo en Afganistán», declaró Mujahid.
Esta acusación fue rechazada por Mike Lyth, director de Serve Afghanistan. «Somos una organización cristiana, nunca lo hemos ocultado, pero nos oponemos al proselitismo», señaló.
«Gayle Williams estaba en Afganistán desde hace dos años y medio. Ayudaba a los enfermos. Trabajaba en Kandahar, pero le hicimos venir a Kabul hace seis meses porque la situación se había vuelto peligrosa», explicó Lyth.