Treinta y tres soldados y once guerrilleros tamiles han muerto durante combates en el norte de Sri Lanka, según anunció el pasado lunes el Ministerio cingalés de Defensa, que admitió, de manera inusual, haber tenido un gran número de bajas.

En los últimos enfrentamientos con los Tigres Tamiles que se desencadenaron el sábado, el Ejército cingalés reconoció que tres oficiales habían desaparecido y que otros 48 soldados habían resultado heridos. Estos enfrentamientos se produjeron cerca de la ciudad de Kilinochchi, la capital política de los Tigres Tamiles, cuya toma se ha convertido en objetivo prioritario del Gobierno de Colombo para intentar desmantelar las infraestructuras que los insurgentes han puesto en marcha en el norte de Sri Lanka.

Pulso a la UE

Por otro lado, el Gobierno de Colombo informó ayer de que no permitirá que la Unión Europea investigue las denuncias de violaciones de derechos humanos antes de que se renueve el trato preferencial que tanto ha ayudado a la industria cingalesa.

Bruselas lleva advirtiendo desde julio que no renovará el acuerdo GSP Plus con Sri Lanka después de que éste expire en diciembre mientras no cese la continua violación de los derechos humanos que se está cometiendo en los combates contra los tamiles.

«Lo que el Gobierno ha decidido es no aceptar las investigaciones que son requeridas por la UE para renovar el GSP Plus», anunció Colombo.