«Los vendedores dicen que están acusando la crisis, sobre todo en el pescado fresco»
Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y fue profesor en la UPV. Desde octubre de 2005 ostenta el cargo de director de Mercabilbao, responsabilidad desde la que en estos momentos debe afrontar una situación marcada por la omnipresente sombra de la crisis económica.
¿Cuál es la situación actual de Mercabilbao ?
La verdad es que la afluencia de gente ha disminuido. En ello influyen varios factores; entre otros, el desarrollo de la logística, que ha permitido a los mayoristas hacer el reparto directamente en las tiendas, o el aumento de las grandes superficies. Esto afecta también al pequeño comercio. La gente cada vez tiene menos tiempo y acude a las grandes superficies para realizar sus compras. Por ello, nosotros tenemos que buscar la diferenciación respecto a los demás.
En ese sentido, ¿cuál es su punto fuerte?
Nuestra característica más identificativa es la calidad, que garantizamos porque, junto con los controles que se hacen en origen, los operarios del Ayuntamiento de Bilbo se encargan de comprobar la calidad de nuestros productos. Su trabajo consiste en tomar muestras y analizarlas para verificar que el producto está en buenas condiciones para su venta. Si algún producto no cumple los requisitos, es decomisado y no sale al mercado.
¿Se ha dejado notar la crisis en la actividad del centro?
Los vendedores dicen que sí acusan la crisis y, sobre todo, en el sector de la pesca. Según ellos, se vende mucho menos pescado fresco.
¿A qué cree que se debe esta bajada?
Creo que el sector no ha cambiado el chip que tenía hace muchos años. Si te das cuenta, las pescaderías siguen abriendo sólamente por las mañanas y en muchas familias todos sus miembros trabajan, por lo que no tienen tiempo para ir a comprar. También tengo la sensación de que la crisis es, en cierta medida, sicológica. La gente tiene miedo y eso se nota a la hora de hacer las compras. Por ejemplo, se tiende a comprar más pescado congelado que fresco.
Ustedes han dicho reiteradamente que las instalaciones de Mercabilbao se han quedado pequeñas y que necesitan ampliarlas. ¿En qué situación se encuentra este tema?
No es el mejor momento para hacerlo, pero estamos en ello. Actualmente disponemos de sólo 13 hectáreas, cuando en Barcelona tienen más de 100, en Zaragoza unas 70... Además, las instalaciones son viejas (tienen ya 37 años) y por eso es conveniente encontrar un terreno de unas 50 hectáreas y modificar nuestra actividad.
¿Qué aspectos contemplaría esa modificación?
Nuestra intención es crear una plataforma logística. En los casos de Madrid y Barcelona, unen las plataformas grandes y pequeñas en el mismo centro. Queremos algo así.
¿Experimentarían algún cambio los servicios?
Sí. Queremos adecuar las instalaciones para limpiar y preparar los productos; por ejemplo, para poder vender el pescado limpio y troceado, para hacer más cómodo el consumo. Ése es el futuro y por ahí vamos a construir nuestro centro. Por el momento, el papel que desempeñamos es similar al de una inmobiliaria, pero nosotros tenemos el compromiso de ofrecer un servicio de la mayor calidad posible.
