La responsable de ELA en Osakidetza, Nere Urrestarazu, acompañada por Alazne Olabarrieta, Tere Barberena y Mirari Irure, denunciaron que existe «un empleo oculto real» de 3.506 puestos precarios, que se cubren con contratos eventuales «por acumulación de tareas», pero que están supliendo «una necesidad real de plantilla».

El estudio de ELA refleja que en 2007 se realizaron en Osakidetza un total de 72.528 contratos eventuales, pero hay que tener en cuenta que la plantilla propia de Osakidetza alcanza a 22.716 personas, y a otras 2.301 en calidad de interinas.

La contratación temporal supone prácticamente el 10% de la contratación precaria del conjunto de Hego Euskal Herria. Según explicó Urrestarazu, sólo pudieron evaluar el 80% de la contratación, porque «el resto se nos ha ocultado por parte de la dirección de Osakidetza».

Traducido a jornadas de trabajo a tiempo completo suponen 1.027.208, lo que significa, «si extrapolamos al 100% de la contratación», 3.506 puestos de trabajo «ocultos». Para la central sindical, ese empleo es necesario, pero «se realizan contrataciones precarias y se oculta la realidad, porque están supliendo las necesidades no eventuales, sino totalmente estructurales dentro de la Sanidad pública vasca», afirmó. Urrestarazu indicó que este nivel tan elevado de contratos provoca «una rotación exagerada» de personal lo que «dificulta y precariza también la calidad asistencial y las condiciones en que se presta la atención a los pacientes».

Denunció la falta de transparencia de Osakidetza en esta materia y avisó de que el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas ya denunció en su informe de 2005 irregularidades en ese sentido. Para establecer una oferta pública de empleo «hay que conocer las necesidades reales de plantilla», dijo Urrestarazu.

Rechazo a la OPE

ELA rechaza el acuerdo logrado entre Osakidetza, Satse, SME y CCOO de una OPE de 2.500 plazas, que supone sólo un aumento real de plantilla de 1.132 puestos. «Es insuficiente y, desde luego, van a suplir bajas vegetativas, jubilaciones, incapacidades y fallecimientos, por lo que no van a suponer incremento alguno de la plantilla estructural, que es necesaria». ELA dice que «perpetuará la precariedad del empleo en Osakidetza».