Los jefes de Estado Mayor de EEUU y Rusia tratan de limar asperezas
La capital finlandesa acogió ayer el primer encuentro entre los jefes de Estado Mayor de EEUU y Rusia desde la guerra de Osetia de este verano. La entrevista tenía como objetivo normalizar las relaciones entre ambos estados, deterioradas desde agosto. El general ruso Nikolai Makarov se mostró optimista ante la posibilidad de retomar los contactos con la OTAN, aunque la Alianza Atlántica fue mucho más cauta.GARA |
El jefe del Estado Mayor de EEUU, el almirante Michael Mullen, se reunió ayer en Helsinki con su homólogo ruso con el objetivo de relanzar las relaciones bilaterales que sufrieron un duro golpe por la invasión de Osetia del Sur por parte de Georgia este verano, indicaron altos responsables estadounidenses.
Mullen se reunió con el general Nikolai Makarov tras un almuerzo organizado por el ministro finlandés de Defensa, Juhani Kaskeala, según las mismas fuentes.
«Estratégicamente, pienso que es importante dialogar con Rusia y estamos a favor de una relación seria a largo plazo», declaró a la prensa un alto responsable militar estadounidense antes del encuentro de la capital finlandesa.
«Estaremos en desacuerdo en algunas cosas. Está claro que Georgia es la primera de nuestras preocupaciones por el momento», subrayó este alto cargo militar estadounidense.
El encuentro de Helsinki se produjo a iniciativa de Makarov, que contacto con Mullen telefónicamente en los días posteriores a la invasión georgiana de Osetia del Sur.
Mullen valoró positivamente la iniciativa rusa, al considerar que los dos estados, más allá de las serias divergencias que mantienen en cuestiones como la instalación de misiles de EEUU en Polonia y Chequia o el reconocimiento de la independencia de Kosovo por parte de Wa-shington, tienen «importantes intereses comunes», especialmente en lo que se refiere a «la estabilidad» en Oriente Medio en relación al programa nuclear iraní.
El general Makarov, tras regresar a Moscú, declaró a la agencia Interfax que la cooperación en el seno del Consejo Rusia-OTAN podría volver a ser operativa antes de fin de año.
«Creo que en noviembre o diciembre se tomará esta decisión, pero es a EEUU a quien le corresponde hacerlo», señaló Makarov.
OTAN: «No hay normalización»
La OTAN, en cambio, aseguró que mantiene en vigor la decisión que tomó en agosto de suspender sus relaciones a alto nivel con Rusia, según destacó su portavoz tras el encuentro de Helsinki.
A la pregunta de si la entrevista entre Mullen y Makarov suponía un cambio de posición en la OTAN, James Appathurai respondió que los 26 estados que forman parte de la Alianza Atlántica mantienen la medida adoptada contra Rusia.
«La OTAN todavía no ha debatido ni decidido un abandono de la posición que adoptaron los aliados. No se han vuelto a retomar las relaciones a nivel de embajadores en el marco del Comité OTAN-Rusia», destacó Appathurai.
«Desde hace dos meses no ha habido reuniones del comité militar de jefes de Estado Mayor de la OTAN y Rusia», indicó Appathurai, recordando que antes del conflicto del Cáucaso estos encuentros se celebraban generalmente cada mes.
El 10 de octubre, en un receso de una reunión de ministros de Defensa de la OTAN, su secretario general, Jaap de Hoop Scheffer, se declaró contrario a una normalización inmediata de las relaciones de la Alianza Atlántica con Rusia, después de que Moscú retirase sus tropas de territorio georgiano.
El presidente ruso, Dimitri Medvedev, hizo un llamamiento ayer a Armenia a que coordine su política exterior con Moscú, al inaugurar con su homólogo armenio, Serge Sarkissian, la plaza de Rusia en Erevan.
«Estoy seguro de que las acciones coordinadas en la escena internacional son un factor importante de la seguridad y del reforzamiento de nuestras posiciones en el Cáucaso y en el mundo», declaró Medvedev en Erevan.
A juicio de Medvedev, bautizar con el nombre de Rusia una de las principales plaza de la capital armenia, la que acoge el Ayuntamiento de Erevan, es «un signo de respeto hacia la Rusia moderna y democrática y su pueblo, un signo de estima por nuestras comunes raíces históricas y por nuestra amistad secular».
«La amistad ruso-armenia no se ha debilitado nunca. Que esta plaza se convierta en un símbolo de nuestra amistad», declaró, por su parte, el presidente armenio.
Armenia es el aliado más fiel de Rusia en el Cáucaso. Más allá de los actos protocolarios, ambos presidentes trataron ayer en Erevan de la cuestión de Nagorno Karabaj, enclave situado en Azerbaiyán pero controlado por los armenios.
Turquía, que mantiene lazos con Azerbaiyán, cerró su frontera con Armenia en 1993, tras la guerra entre Erevan y Bakú en Nagorno Karabaj, que provocó cerca de 30.000 muertos.
Medvedev anunció que «próximamente» tendrá lugar una reunión entre los presidentes ruso, armenio y azerí para tratar la situación de este territorio «y encontrar una solución al problema».
Sarkissian señaló que Armenia asumiría los principios de Madrid, que reconocen el derecho de autodeterminación del pueblo de Nagorno Karabaj.