Más de 10.000 indígenas colombianos iniciaron ayer una marcha hacia Cali para denunciar la política del presidente Álvaro Uribe y la muerte en lo que va de año de 24 personas en el departamento del Cauca. El integrante del Consejo Regional Indígena de este departamento Feliciano Valencia expresó su «preocupación» por la decisión de la Policía de Carreteras de «acompañar» esta movilización bautizada como «la marcha de resistencia y dignidad de los pueblos». Reiteró que las comunidades indígenas han dejado claro que no quieren la presencia de la Fuerza Pública en la movilización, que espera llegar a Cali en la tarde del domingo o la mañana del lunes.

Por su parte, Darío Tote, dirigente de las movilizaciones, explicó que llevarán 500 ataúdes por los miles de indígenas muertos por sus derechos.

«Convocamos a toda la ciudadanía, tanto afrodescendientes como campesinos, indígenas, desplazados y todo aquel que haya sido víctima por parte del Estado, a que marche por la vida, la dignidad y, sobre todo, en defensa de los derechos humanos», remarcó. Recordó que el objetivo es entrevistarse con el presidente colombiano en Cali. Si decide no asistir, irán caminando hasta Bogotá para hacer un debate «frente a frente».

El ex diputado indígena Daniel Piñacué preguntó a Uribe «por qué puede hablar con paramilitares y no con nosotros que somos personas de paz en Colombia».

El Gobierno, a través de su ministro de Defensa, ha tratado de vincular a las comunidades indígenas participantes en la marcha con las FARC. Ayer, Juan Manuel Santos ordenó a la Policía que investigue la financiación de esta multitudinaria protesta.