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Los daños en el Pagasarri van a más a la vez que concluye el primer túnel de la Supersur

Mientras una amplia representación institucional acudió ayer al cale del primer túnel de la Supersur entre los barrios bilbainos de Peñaskal y Larraskitu, las tierras procedentes de la excavación de esta galería y otras que se perforan en el macizo de Pagasarri se acumulan en escombreras en ese pulmón verde del Botxo. Montañeros, ecologistas y vecinos denuncian las afecciones de los trabajos; el diputado general de Bizkaia aprovechó el acto para descalificarles.
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Agustín GOIKOETXEA |

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, y el alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna, asistieron ayer al acto de cale del túnel Peñaskal-Larraskitu -de 900 metros de longitud-, el primero de las nueve galerías que se excavan en la fase I de la Variante Sur Metropolitana entre Santurtzi y Larraskitu-Buia. Este tramo de la nueva autopista de peaje, según las previsiones forales, estará abierto al tráfico a partir de 2011.

La fase II, que unirá Peñaskal con la A-68 a la altura de Beteluri, será realidad en 2015; en la actualidad se redacta el proyecto técnico. La inversión prevista es de 133 millones de euros.

La Diputación desembolsará 919 millones de euros en la construcción de los 19,5 kilómetros de la Supersur. El responsable de Obras Públicas, Iñaki Hidalgo, destacó que algo más de 13 kilómetros del primer tramo, que costarán 786 millones de euros, estarán bajo tierra, lo que, a su juicio, significa que la agresión a los montes por los que circula «es casi nula». Ese 70 por ciento de carretera oculta -subrayó el diputado- significa que las agresiones al paisaje son «casi cero».

No son de la misma opinión vecinos, ecologistas y usuarios del Pagasarri que llevan meses denunciando las afecciones a este pulmón verde de Bilbo, que el propio Consistorio pretende preservar a través de un Plan Especial. Los desmontes en el terreno y el continuo tránsito de camiones ha generado numerosas críticas, al igual que las explosiones que han sobresaltado a altas horas de la madrugada a las familias que residen en el barrio de San Justo, en las cercanías de las obras.

Otros vecinos, éstos del barrio de Las Delicias en Kastrexana, se han quejado hace unas semanas de que en sus viviendas están apareciendo grietas y fisuras, similares a las provocadas hace unos años por la construcción del corredor del Kadagua. La razón, según apuntan, es la excavación de otro túnel de la Supersur, el que comunica Arraitz con Kastrexana. Las quejas se suman a otras de los habitantes del barrio de Ugarte, en Trapagaran, y el Regato, en Barakaldo.

Además, quienes apuestan por preservar el entorno del Pagasarri se quejan de que se están utilizando zonas altas del macizo, en la zona de Arraitz más próxima a Artigas, para acumular parte de la tierra extraída de la perforación de los túneles, o la antigua cantera de Peñaskal.

Estas escombreras están anulando caminos. «No hay información de si se quedarán ahí de por vida o se retirarán a medida que avancen las obras», argumentan los montañeros, que remarcan que son pistas transitadas a diario por decenas de personas.

Ayer, precisamente, el diputado general vizcaino trató de descalificar a quienes ponen en cuestión este proyecto y denuncian las afecciones que va a generar la Supersur en puntos como el Regato, Pagasarri o Bolintxu. A quienes denominó «Colectivo del no», José Luis Bilbao les acusó de oponerse sistemáticamente a grandes infraestructuras impulsadas por las instituciones públicas para luego ser «los primeros en usarlas». «Decían no al Metro, -recordó-, y luego lo usan, y los que han dicho no a esta infraestructura también la van a poder usar».

Manifestó que la nueva autopista de peaje dispone del aval de PNV, PSE y PP, un apoyo «suficientemente mayoritario, como para estar tranquilos y convencidos de que en el año 2011 podremos circular por esta vía».

A lo que no pudo comprometerse Bilbao es a resolver con la Supersur los preocupantes atascos diarios del área metropolitana de la capital vizcaina. «sí va a ayudar al tráfico pesado, a tener un by-pass en momentos críticos en la red de alta capacidad y, en definitiva, a mejorar la calidad de vida y la movilidad, que, al fin y al cabo, es un factor de competitividad territorial, de crecimiento y de bienestar», defendió el diputado general.

Antes, el responsable de Obras Públicas había recordado a los presentes en el acto que los objetivos de la Supersur son la reducción de la congestión viaria en el área metropolitana de Bilbo, «ofrecer una alternativa de alta rentabilidad social, regular la demanda y promover el pago por uso y contribuir a la creación de un sistema de transporte sostenible» para el herrialde vizcaino.

Escombreras

Usuarios del Pagasarri denuncian que se están acumulando toneladas de tierras extraídas en la perforación de los túneles en escombreras en la parte alta del macizo, que anulan muchas de las pistas o sendas habituales.

Grietas y fisuras

Aunque el diputado general de Bizkaia trató ayer de descalificar a los opositores a la Supersur, las denuncias de vecinos afectados por las obras en el Regato, Ugarte, San Justo y Kastrexana se acumulan en Interbiak.

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