Hosteleros de Alde Zaharra denuncian el hostigamiento de la Policía local de Gasteiz
Además de trabajar duro y capear a una coyuntura económica difícil, los hosteleros de Alde Zaharra de Gasteiz tienen que hacer frente a sanciones y al «acoso» de la Policía Municipal. Su paciencia está al límite.Iker BIZKARGUENAGA |
Los hosteleros de Alde Zaharra de Gasteiz no ocultan su enfado ante el hostigamiento que sufren por parte de la Policía Municipal, que se ha intensificado en las últimas semanas -hace unos días cinco policías entraron uniformados y armados en un local- y que tiene su base en la normativa de horarios que aplica, con mano de hierro en este barrio, el Ayuntamiento.
«Llevamos dos semanas sufriendo una estrategia de acoso y derribo brutal, no nos dejan ni respirar» denunció Iñaki Markinez, hostelero de la calle Cuchillería, quien advirtió que de seguir con esta actitud, los profesionales del barrio «vamos a tener que bajar la persiana».
Explicó que en los trece años que lleva trabajando en la hostelería no ha visto nada igual, y expresó su incredulidad porque el Ayuntamiento, «en esta situación de crisis y ante la problemática que sufre este barrio, nos acose así». En este sentido, apuntó que en el barrio existen problemas importantes -citó entre otros las agresiones machistas que se han sucedido en las últimas semanas- como para que la Policía se dedique a entrar a los bares para exigir que cierren a la 1.30.
«Para subsistir»
En una comparecencia celebrada en los locales de Gasteiz Txiki, en la que estuvo secundado por representantes de comerciantes y vecinos de Alde Zaharra, este hostelero gasteiztarra explicó que «si abrimos media hora más lo hacemos para subsistir, no por placer», detallando que la hora de cierre impuesta por las instituciones, además de que no se cumple en muchos otros lugares de Euskal Herria y de la propia ciudad, les lleva a la ruina. Y es que, como subrayó, los hábitos de ocio han cambiado en los últimos años, y la gente cada vez sale más tarde de sus casas. «De esta forma sólo van a conseguir que los hosteleros, que somos la fuente económica más importante del barrio, tengamos que cerrar» insistió, explicando que las multas llegan a ser de hasta 1.200 euros.
Markinez también se refirió a las «palabras bonitas» que escucharon de los mandatarios municipales cuando el PSE accedió a la alcaldía, y valoró que frente a lo que entonces se dijo, «la situación es igual o peor que hace cuatro años». «No sé si este es el plan que tienen para el Casco Viejo, mandar a la calle a doscientos hosteleros» apostilló, para explicar que lo que ellos piden no es «una anarquía horaria», sino un «horario justo», y denunciar que les traten «como a delincuentes».
Y es que, como a continuación recordó Iñaki Nuño, de la Asociación de Vecinos Gasteiz Txiki, que agrupa a los habitantes de Alde Zaharra, hace cuatro años hosteleros y vecinos llegaron a un acuerdo sobre los horarios de cierre en la hostelería, que hasta el momento se ha cumplido a rajatabla. «En cuatro años no hemos tenido ninguna denuncia por parte de los vecinos» explicó, apuntando que lo que realmente puede llegar a molestar es el ruido que a ciertas horas puede haber en las calles, algo en lo que los hosteleros no tienen responsabilidad.
Sobre el horario, consideró adecuado el fijado hace cuatro años, según la cual la persiana debería bajarse a las 2.30, para que el cierre total de los establecimientos se produzca a las 3.00. «En cualquier otro lugar los bares están abiertos a esa hora» manifestó en este sentido Nuño, quien hizo responsable de lo que está sucediendo al concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Bully, y a determinados mandos policiales que, a su parecer, tienen «fijación» con determinados sectores sociales de la ciudad.