El Athletic puso fin a su racha de cuatro derrotas consecutivas y se acerca a los octavos de final tras imponerse con claridad al Recreativo en San Mamés. El resultado es bueno, pero tras ver lo sucedido anoche en La Catedral pocos dudan de que podía haber sido mucho mejor.

Los rojiblancos completaron una buena primera mitad, donde dominaron el juego casi por completo y llegaban con facilidad a los últimos 30 metros de los onubenses. Con un Iraola cada día más brillante, la dupla formada por Gurpegi y Javi Martínez en la medular -los vizcainos han sumado sus dos únicas victorias del curso con los navarros en el eje- y Fernando Llorente como principal referencia en ataque. El delantero de la selección fue una auténtica pesadilla para los centrales foráneos y tan sólo le faltó marcar.

Más suerte tuvo Ion Vélez. El de Tafalla regresó a la alineación y, según pasaron los minutos, comenzó a adquirir mayor protagonismo en el encuentro. Primero fue objeto de un claro penalti que el árbitro no quiso ver y, después, logrando abrir la lata con un bonito gol. Definió muy bien una jugada en la que también participaron Carlos Gurpegi y Andoni Iraola.

Poco después, el usurbildarra fue derribado dentro del área en una acción en la que el defensa del Recre, además, sacó su mano a pasear. Fueron los mejores momentos del Athletic y, como consecuencia de ello, llegó el segundo tanto. David López hizo gala de su calidad gracias a un precioso disparo de falta.

El ex de Osasuna está mostrando una cara mucho más fructífera que la pasada campaña. Apenas restaban cuatro minutos para el descanso, pero a los leones les dio tiempo para generar una nueva ocasión. Preciosa combinación entre Susaeta e Iraola, a la que Llorente no llegó al estar siendo agarrado.

En la reanudación, buenas noticias. Ersen Martin se autoexpulsaba al dar un codazo a Ocio. Quedaba toda la segunda parte y la situación era propicia para dejar sentenciada la eliminatoria. La primera oportunidad para ello la tuvo el reaparecido Koi -ya con el nombre abreviado en la camiseta-, pero su disparo se marchó fuera. Poco después, Llorente no llegó a una buena acción por banda derecha.

A partir de ahí empezaron a aparecer las impresiones. El público comenzó a impacientarse y lo que parecía que iba a ser una noche plácida se tornó en una oportunidad perdida para dejar cerrada la eliminatoria.

Caparrós buscó algo diferente introduciendo a Del Olmo e Iñaki Muñoz, pero la cosa no mejoró. Tampoco lo hizo cuando le dio unos escasos minutos a Iñigo. La deriva de los errores dio opciones al Recre para acortar distancias en el descuento. La gente no pasó por ese aro y acabó despidiendo al equipo con pitos. La sensación general era que no se había sentenciado una eliminatoria en la que todo se había puesto a favor. Pese a todo, el resultado es bueno. Peor la fue al Villarreal -rival del sábado en San Mamés-, al que el Poli Ejido le metió un 5 a 0.