En plena invasión japonesa
«Los niños de Huang Shi»
M. I. | DONOSTIA
Los Juegos Olímpicos de Pekín han supuesto una oportunidad para las autoridades chinas de mostrar un aparente aperturismo, lo que ha favorecido las coproducciones cinematográficas con países occidentales. Entre ellas está «Los niños de Huang Shi», dirigida por el canadiense Roger Spottiswoode, un veterano del cine de género algo venido a menos, y que no ha vuelto a brillar como en sus prometedores comienzos con «El tren del terror» y «Bajo el fuego». Se decanta ahora por un drama épico basado en hechos reales, que recoge la figura del periodista inglés George Hogg, a quien en 1937 le pilló en territorio chino la invasión japonesa. Refugiado en un orfanato y, con la ayuda un héroe de la resistencia local, consiguió salvar a los sesenta niños de la institución en un accidentado viaje por una geografía inhóspita y bajo condiciones de supervivencia extrema. El canto a la heroicidad altruista se mezcla con un mensaje antibelicista, al reflejar el modo en que los niños padecen las consecuencias de la guerra. A pesar de contar con el protagonismo del irlandés Jonathan Rhys Meyers, la australiana Radha Mitchell y los chinos Chow Yun-Fat y Michelle Yeoh, a «Los niños de Huang Shi» se le nota lo ajustado del presupuesto en las secuencias bélicas. Una limitación que es compensada con la espectacular fotografía de Xiaoding Zhao, que sabe sacar al paisaje chino una grandiosidad sobrecogedora en localizaciones naturales. Son imágenes impactantes que potencian la aventura protagonizada por los pequeños, sólo frenada por la obligada historia de amor entre la pareja estelar.